Rosario
Arias Naranjo_(Colombia-Canadá)
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La súplica
de un árbol
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¿Por
qué me quieres talar?
A ti te doy
sombra y frescura,
en ardientes
días de sol...
oxígeno
tus pulmones,
y solo tengo
por ti, amor!
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Adorno y embellezco
tu hermosa ciudad
tu campo,
y el mundo en general,
mis ramas
son mis brazos
que te brindan
protección,
salud y un
regazo para descansar.
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Del niño
soy su abrigo...
del anciano
su refugio,
del planeta
entero soy su apoyo,
yo les brindo
mi amistad,
no permito
que se seque el río...
les aporto
un fresco manantial.
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No permitan
que me talen...
déjenme
vivir en paz,
soy energía
del universo, creación de Dios,
soy ángel
guardián del caminante
doy mis frutos...doy
solaz...
no permitan
que me talen...
les suplico
¡por piedad!
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