Elvira
Levy_(Israel)
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Los últimos
días del verano
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Llueve, llueve...
Los días
han nacido gris.
La lluvia
cae mansa,
anticipando
un rostro del otoño.
Las tardes
se pueblan de hojas /sombras,
que lenta
y calladamente cubren el jardín.
La verde penumbra
bosteza,
rodea la habitación
donde escribes.
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El verano
en Jerusalén
es un milagro
de la naturaleza.
Nada entorpece
su rutina:
mágicos
brotes surgen
desde las
rocas y la arena;
multitud de
flores agrestes,
hiedras que
trepan por los viejos muros,
madreselvas
envuelven y perfuman las rejas;
rosas afanándose
en renovar
el color de
las avenidas.
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Mientras tanto,
bajas y subes
las colinas,
persistes
en la búsqueda,
pierdes el
sueño por las noches,
e intentas
escribir un poema
en medio de
un jardín en sombras.
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