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-¿Qué haces, mamá?
-pregunta la cría,
que ve a su madre,
frente al ordenador todo el día.
-Llevo meses buscando trabajo,
y miro a cada rato los anuncios
de empleo,
porque con esta crisis, mi
cielo,
no hay estudios que valgan,
para ganar el dinero-.
Así que va corriendo la niña
a su cuarto,
a buscar su ordenador rosado,
hecho con tecnología de última
generación;
que cuenta con un teclado de princesas,
y un femenino ratón.
Da un clic izquierdo, otro derecho,
y la computadora ejecuta un pitido,
que hace que se le salga del pecho
la emoción de haber conseguido:
¡ofertas de trabajo en el
mundo entero!
Ahora que ella también trabaja,
desde la oficina de su habitación,
contrató como asistenta a
la Barbie,
y como "office boy" al Rey León.
Mientras, la madre la mira perpleja,
postrada en su desencantado salón,
donde ella a diario se enfrenta,
a una pantalla que no tiene
la magia del rosado ordenador.
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