Mario Vélez, Cónsul General del Perú en Montreal

 

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Para mí es un honor participar de esta reunión académica donde Lady Rojas presenta su reciente poemario, que nos brinda como una expresión intima de sus reflexiones y de sus sentimientos a través de la poesía.

 

Para muchos, la poesía es un quehacer audaz de la adolescencia y para otros, ya mayores es la profundidad de sus vivencias y al expresión a través de este género literario de fuerza y belleza.

 

Antes de venir he estado leyendo la rica hoja de vida de Lady Rojas y me enorgullezco de esta dama peruana que desde los años noventa ejerce su profesión académica a través de la literatura en lengua española y de la historia literaria peruana como un puente entre nuestra ancestral tradición cultural de milenios y la riqueza multicultural de Canadá.

 

La lengua y la escritura son dos medios milenarios que el hombre ha puesto al servicio de generaciones como un medio para entenderse, conocerse, integrarse, reflexionar, crear y construir una humanidad más justa en un mundo más habitable. Pero algunas veces también, el mal uso de la lengua ha generado conflictos, exacerbando odios religiosos y creado insuperables desentendimientos. Es pues un ejercicio de sensibles fronteras.

 

Hoy me siento doblemente orgulloso como peruano de poder reconocer públicamente la valía de Lady Rojas como integrante de esa comunidad peruana que dejando la patria, la familia y los amigos ha emigrado a estas tierras no sólo en busca de prosperidad económica sino también de enriquecimiento espiritual y sobretodo de compartir con el pueblo canadiense y quebequense, las riquezas de su existencia pasada y el esfuerzo de su desarrollo futuro.

 

Realizar actividades académicas y universitarias en Canadá es muy meritorio y por ello, Lady, hoy te brindo mi amigable admiración personal y como Cónsul General del Perú en Montreal, mis públicas felicitaciones.

 

En mi juventud tímidamente intenté escribir poesía inspirado en la pluma telúrica de Vallejo, gran vate peruano y me di cuenta que ese género literario te permitía desgarrar el espíritu y plasmar sus sentimientos en palabras, en un esfuerzo que agota y que brinda el íntimo placer de expresar muchas cosas con plena libertad.

 

Poco a poco lo fui dejando para abrazar la profesión diplomática donde se escribe mucho sobre hechos reales, problemas mundiales y a veces angustiantes situaciones, pero siempre tratando de darle a mis escritos pinceladas literarias y giros de color.

 

Por eso y muchas otras razones, soy admirador de la poesía en general y de las poetisas en particular.

 

Eso hace Lady con sus poemas; ofrece pinceladas con la pluma de una peruana sobre variados temas, tanto al público como a sus alumnos, que deben enriquecerse con las enseñanzas de una dama que ya de cierta manera es también parte del patrimonio de Québec.

 

Muchas gracias.