ALICIA ZAVALA GALVÁN
Pájaro
Sin Alas
Una
obra teatral de un acto basada en los últimos
días de Sor Juana Inés de la Cruz
(Adaptación
de la obra teatral bilingüe original
Sequestered
Soliloquy / Soliloquio Secuestrado)
Copyright
© 1998, 2006
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ELENCO:
SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ: (vestida en
el hábito de las monjas jerónimas)
LUCÍA: una periodista, vestida en ropa
contemporánea con un toque juvenil y moderno.
MÚSICO o MÚSICOS tocarán la música de
fondo con guitarra española y una flauta (quena)
vestidos completamente en negro.
MONJE (vestido en el hábito de monje
con sandalias.)
ACTORES. Dos mujeres actuarán dos
papeles principales. El músico o músicos tocarán
la música que servirá para introducir al
personaje o el diálogo de personaje. El
MONJE servirá como guía para ayudar al público a
entender o explicar lo que está ocurriendo o
puede ocurrir durante la obra.
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ESCENARIO:
El fondo del escenario está cubierto
con un dibujo del interior de una antigua celda
construida de piedras y una puerta con una
pequeña ventana. Al frente del escenario está el
camastro de Sor Juana (cubierto por una sábana).
Junto al camastro está una pequeña mesa de
madera donde se hay un crucifijo, dos libros de
oración, una pluma, y un candelabro sencillo con
una sola vela que estará encendida.
Al lado
izquierdo del escenario estarán sentado/s el/los
músico o músicos. Se mantendrá la luz baja sobre
ellos. A la izquierda de él / ellos estará el
MONJE después de su entrada al principio de la
obra. Este personaje se mantendrá siempre de pie
y leerá su diálogo de un antiguo libro.
Antes que
entre el público, y mientras se sientan, Lucía
estará sentada en el suelo enfrente del músico.
En el suelo, al lado izquierdo del escenario,
habrá varios libros, un cuaderno de apuntes y
una pequeña grabadora.
Sor Juana
estará acostada en el camastro dando la
apariencia de estar muerta. *Nota: Los
movimientos de Sor Juana siempre serán con aire
de humildad pero elegantes y finos. La vela en
la pequeña mesa está encendida. Se escucha una
lenta música de guitarra mientras se sienta el
público. Toda la escena transcurre en luz baja,
sobre los músicos solamente.
Para empezar
la obra, el MONJE, con un incensario en la mano,
estará frente al público y después
caminará de un lado del escenario al otro, hasta
detenerse ante la figura de Sor Juana Inés de la
Cruz y bendice el cuerpo haciendo la señal de la
cruz diciendo “Pájaro Sin Alas”. Las luces
empiezan a subir lentamente en intensidad. El
MONJE toma su lugar al lado del/de los músico/s.
De pronto se apagan todas las luces sobre el
escenario y se escucha música de flauta. El
MONJE empieza a hablar.
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MONJE:
Vamos a escuchar la conversación entre
una monja, Sor Juana Inés de la Cruz y su
confesor, el padre Antonio Núñez de Miranda.
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**(Música de guitarra lenta) 1
minuto**
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A un lado del escenario se escucha la
voz de hombre diciendo: "Una esposa de Cristo
debe obedecer a su esposo."
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(Se empieza a aumentar la luz sobre
Sor Juana)
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Sor Juana se levanta y con movimientos
lentos apaga la vela en la pequeña mesa al pie
del camastro.
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(La figura de Sor Juana está bañada en
luz)
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SOR JUANA:
Pero le vuelvo a repetir, a mi amo y
señor, que si no es para favorecerme, no se
acuerde de mí.
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(De nuevo se baja la iluminación del
escenario y se escucha música de guitarra. Lucía
con un libro en la mano, está leyendo y se
sienta en el suelo donde están los libros)
_
MONJE:
Ahora Sor Juana habla con nosotros sobre
Lucía sin que ella pueda escucharla y nos dice que
Lucía será la persona escogida para enviar su
mensaje hacia el futuro.
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(Termina la música de guitarra y de
nuevo la luz está sobre Sor Juana)
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SOR JUANA (mirando en la dirección
donde Lucía está sentada):
Tiene que ser por medio de ella, que
llegue mi mensaje hacia el futuro. ¡Ella será mi
voz!
_
MONJE:
Lucía nos habla sobre Sor Juana y sobre
lo que ella quiere que sepa el mundo. Nos habla de
sus dudas sobre lo que cuenta la historia y lo que
realmente es la verdad. Se pregunta, ¿quién le
creerá? y si todavía existen personas que quieren
esconder la verdad. Después pronuncia las palabras
“Pájaro Sin Alas” preguntándose a ella misma el
significado de estas palabras.
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*(Música de guitarra y la luz sobre
Lucía)*
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LUCÍA:
¿Pero si cuento lo que le pasó a ella,
se volverá a escribir la historia? ¿Quién me
tomará en serio si intento resolver el enigma?
¿Quién me va a creer? ¿Todavía existen personas en
el presente que quieren extinguir la verdad? No lo
sé, solo sé que ella es un misterio y la historia
y nosotros hemos compuesto conjeturas para formar
un mosaico... pero ella es y siempre será un
misterio hasta el día que ella piense que ha
llegado el momento de resolver su enigma.
Pájaro sin alas. ¡Qué termino tan
extraño! ¡Y qué triste la imagen! Pero ella era
algo diferente. Pájaro sin Alas, pienso que
significa una conversación consigo mismo dentro de
una misma, cuando no se puede ni hablar en las
últimas horas de vida, y después que cuente la
historia que todo ocurrió de otro modo. Pero
debemos escuchar la voz de un pájaro sin alas, que
fue Sor Juana Inés de la Cruz.
Sor Juana Inés de la Cruz fue monja,
poetisa, filósofa, artista, muerta a los 45 años
de edad, en 1695. Sitio de su muerte: El convento
de San Jerónimo en la ciudad de México. Causa de
muerte: Un retiro prematuro del mundo causado por
lenguas celosas, insensibles y extraviadas.
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*Termina la música*
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MONJE:
Ahora Sor Juana nos habla sobre la
muerte y el temor que todos le tienen a la tumba.
_
*(Música de flauta y se enfoca la luz
en Sor Juana por cinco segundos)*
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SOR JUANA:
La muerte--la muerte es un misterio,
siempre lo ha sido, siempre lo será. ¡La
tumba!--¡Ha! ¡Todos le tienen miedo a la tumba!
Pero no es tan espantoso el silencio de
la tumba si la vida ha sido un calvario. La tumba
es calma... descanso... escape de una
existencia fatigada.
La tumba permite oír las voces cuyas
palabras están penetradas de traición y sonrío
porque ahora la muerte es mi escudo
_
*(Música de flauta al fondo)*quince
segundos*
_
MONJE:
En el siguiente diálogo, Sor Juana Inés
habla con el pensamiento consciente de Lucía
informándole de su presencia y que ella será la
persona indicada para recibir sus pensamientos.
Sor Juana instruye a Lucía que debe escribir
rápido lo que ella le está dictando.
_
*Fin de música*
_
(Se iluminan las figuras de Sor Juana
y Lucía- pero en luz suave)
_
SOR JUANA:
Cuando yo llegue de visita yo te hablaré
suave y quedito al oído como si alguien me fuera a
escuchar.
Murmuro... aunque mi presencia puede ser
fuerte e imponente.
Quizás... porque así fueron mis últimas
horas existiendo en un silencio ensordecedor y con
las paredes transparentes para quebrantar mi
voluntad.
¡Escúchame! ¡Pronto!... toma tu
pluma... para oírme bien en el papel.
_
MONJE:
Aquí Lucía nos habla de su opinión sobre
Sor Juana y el significado de ella en su vida. Nos
dice: tengan cuidado pues Sor Juana ha regresado.
_
*(Música de guitarra y la luz en
Lucía)*
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LUCÍA (habla hacia el público y
consigo misma a la vez):
¿No has oído tú de Sor Juana?
¡Sí!, ¡Cómo no! Fue monja. ¿Monja? ¡Fue Doña!
Dicen que fue Doña sin asumir el título
de señora.
Mujer le queda mejor.
Quizás, hasta lloró, pero nunca en
presencia de aquellos que buscaron su derrota.
Dicen que se rindió, pienso que
solamente es una suposición pues la palabra de
entrega nunca se pronunció. Solamente un silencio.
¡Qué lástima! ¡Qué pérdida!
¡Pero no por mucho tiempo más! ¡Pues ya
volvió!
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*(Música de guitarra al fondo)**15
segundos**
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MONJE:
Sor Juana nos habla sobre la razón de su
regreso. Es para revindicarse de las injusticias
cometidas contra ella.
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**Fin de música**
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(Una luz intensa enfocada en Sor
Juana)
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SOR JUANA (voz firme):
¡Regreso!... a cumplir con la misión que
se arrancó de mi pluma y cerebro, o sencillamente
dar luz a las hipocresías que fueron la causa de
mi derrota.
Fui castigada... con la más cruel de las
sentencias, buscando extinguir mi voluntad, mi
espíritu y libertad de expresión.
Pues sí, hablé, escribí, o dije en
versos cosas que ellos pensaron no eran adecuadas
para una religiosa en claustro. Pero... no fue
éste el verdadero propósito de sus críticas, sino
de silenciarme para evitar que yo siguiera
descubriendo la malicia que brota en cada humano,
no importando siquiera si esta persona se viste de
monje.
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(Música de flauta)
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MONJE:
De nuevo Lucía siente la presencia de
Sor Juana al contemplar una pintura de ella y
comparte con nosotros sus impresiones y algunos
detalles.
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(La luz está enfocada en Lucía
mientras se acerca a una pintura de Sor Juana)
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LUCÍA:
¿Qué es ese ruido? Oigo algo, el roce de
tela, como si alguien estuviera caminando cerca de
mí. (Lucía da un suspiro de alivio) ¡Es solamente
un cuadro! (De nuevo se muestra insegura)
¿Pero puede ser que esta presencia sea ella?
Déjame ver, Hmmm.
Su hábito religioso enmarca una
determinación. Era hermosa, exquisita, y su hábito
servía para esconder sus atributos físicos. Sus
manos delicadas parecen nunca descansar.
¡Esos ojos!
¡Ay! La expresión en esos ojos penetra
una confortable apatía, rompiendo las cadenas del
tiempo.
¿Qué está viendo? O ¿a quiénes está
mirando? Pero ¿a quiénes?
¿Estará viendo a sus perseguidores, con
una mirada desafiante?
Quizás... diciendo "¡Por ahora, has
ganado esta batalla pero a pesar de ti yo
perseveraré!"
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MONJE:
Sor Juana nos cuenta dónde nació en
México. Nos explica sobre su necesidad de poner
sus pensamientos en orden para escribir. Sor Juana
quiere que sepamos sobre su deseo de que sus
palabras sean tan doradas.
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(Música de flauta)
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(La luz enfocada en Sor Juana)
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SOR JUANA:
Nací mexicana, en San Miguel de Nepantla
entre los volcanes Popocatepetl e Ixtaccihuatl.
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(Música de flauta)
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Fue sereno mi alumbramiento al pie de un
volcán durmiente y de otro vivo. Tengo que poner
mis pensamientos en orden porque quiero que broten
las palabras, las sílabas, para formar ideas,
preguntas y conflictos, poder expresar la
angustia de mis pesadillas o relatar el éxtasis de
mis alegrías.
¿Por qué tan rebelde la musa caprichosa
hasta el punto de crueldad?
¡Allí está, sonriente, coqueta, pero
callada!
¡Basta ya! ¡Piedad os pido, acércate más
y deposita en mi cerebro el oro, ese oro de la
sabiduría para que mis palabras sean brillantes y
deslumbren cuando las oigan y las lean!
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(Música de guitarra)
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MONJE:
Lucía nos informa que la presencia de
Sor Juana está con ella otra vez y que siente la
mirada fija en ella. Nos dice que su presencia
casi le roba el aliento.
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(Las figuras de Lucía y Sor Juana
están cara a cara pero hay una distancia de tres
metros entre ellas. Hay una luz fuerte en Lucía
pero la figura de Sor Juana está en luz baja)
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(Música de guitarra al fondo)
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LUCÍA:
De nuevo... Esa presencia... ¡Regresó!
Yo no lo entiendo. ¿Qué es lo que busca de mí?
Algunas veces me habla en español actual
otras en un español renacentista.
¿Por qué no se decide en cuál dialecto
hablar? Total ¡yo siempre la entenderé!
¡La mujer ha regresado y me esta viendo,
mirándome fijamente a los ojos, paralizando mi
mirada!
Siento el susurro de su hábito. La
fuerza de su presencia, muchas veces demasiado
fuerte... robándome el aliento.
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(Las figuras de Lucía y Sor Juana
están cara a cara con 3 metros de
distancia entre ellas. Mientras Lucía habla, van
tomando unos pasos con la mano extendida
intentando conectarse, una a la otra)
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Tiene confianza, pero es a la vez,
indefensa.
¡No atina a pasarme la antorcha de su
audacia, de su creatividad antes que se la lleven!
¡Imagina cuánto tiene que decir!
Tal vez, sus palabras tengan un doble
significado, quizás no, pero contienen una verdad.
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(El intento de tocarse no ha dado
resultado y Sor Juana se ve visiblemente
afectada porque ha fallado en su intento de
tocar a Lucía)
_
MONJE:
Lucía nos relata una extraña sensación
de vivir en el pasado aún en el presente y cómo
Sor Juana pagó un precio demasiado alto por
descubrir las trampas de algunas personas en la
jerarquía religiosa.
_
(Música de guitarra al fondo)
_
(La luz enfocada en Lucía. La luz
sobre de Sor Juana baja y suave. Sor Juana se
mantiene sentada en el camastro mientras Lucía
habla)
_
LUCÍA:
Sor Juana, Monja, Doña, o quizás las
dos. ¡Válgame Dios, qué confusión!
¡Ya ves... cómo me trae esta Doña! Que
se asoma cómo y cuándo quiere.
Su presencia me impone si algo tiene que
decir por medio de mi pluma.
¿Y qué será, me pregunto, ... esta
sensación extraña en mí de vivir el pasado aún en
el presente?
¡Sor Juana! (Habla con
desesperación) Tú la melancólica. Tú la
audaz en una ética cotidiana. Tú, que pronunciaste
una verdad que desenmascaró las artimañas de los
reyes y monjes, pagaste el precio de la
humillación y después con tu vida.
_
MONJE:
Aquí Sor Juana habla con Lucía y con
nosotros sobre la sociedad en que vivió diciendo
que fue una sociedad dominada totalmente por los
hombres y el papel insignificante que la mujer
representaba. Lucía repite con Sor Juana algunas
palabras como si así pudiera entrar en el pasado.
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(La luz fuerte enfocada en Sor Juana y
la baja en Lucía)
_
SOR JUANA (actuando con movimientos
de reverencia):
Alma de Dios (Lucía repite con Sor
Juana estas tres palabras)
nos llaman... sonriendo con hipocresía,
Alma de Dios, nos dicen... por ser tan ingenuas.
Alma de Dios (Lucía vuelve a repetir
estas tres palabras)
nos llaman... mientras somos dóciles y
guardemos silencio sobre las injusticias, no
comprenden que para nosotras la verdad es
algo natural... no es forzada ni fingida.
Quizás por eso la etiqueta de ser
mujeres ingenuas no molesta, pero sí cuando se nos
trata como seres ignorantes, sin voluntad y sin
cerebro y sencillamente como un objeto para
satisfacer su vanidad de hombría! (Lucia
repite, un eco de las últimas cuatro palabras)
_
MONJE:
Sor Juana presiente que el tiempo se
acorta y de nuevo le implora a Lucía, rogándole
que busque en su cuarto del convento un papel que
ella escribió, y que descubrirá la verdad.
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(Luz fuerte está enfocada en Sor Juana
y más baja y suave en Lucía)
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SOR JUANA:
Ven aquí. ¡Pronto! Escúchame, quiero que
me oigas. ¿Por qué?
Porque es imprescindible que encuentren
las pruebas.
Diles, diles que busquen en los rincones
de mi celda, entre las piedras llenas de
centenares de polvo y hallarán un papel que
contiene un relato del martirio de mis últimas
días, también allí están los nombres de los
culpables. Aquéllos que con sonrisas falsas y
atenciones hipócritas ganaron mi confianza sólo
para traicionarme. Pero busca allí en aquel
espacio por un pedazo de papel viejo que pude
esconder como limosna para mantener el equilibro
mental de mis últimas horas y también esos últimos
versos, hijos de la imaginación. Quizás...
prematuros en su alumbramiento, pero allí están
sin embargo para dar testimonio en silencio.
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(Música suave de guitarra al fondo)
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SOR JUANA:
El paisaje se parece a mi vida
la hacienda a las estaciones de mi
existencia.
El maguey, el nopal, ambos vestidos con
espinas, creciendo a pesar de estar enraizados en
una tierra no siempre húmeda.
La hacienda tiene muchos cuartos,
pasillos estrechos y oscuros, otros son amplios e
iluminados. En unos cuartos se respira bien, otros
asfixian.
Así ha sido mi vida, cambiando de
habitación impulsada por la necesidad de
sobrevivir.
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(Música de guitarra al fondo)
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MONJE;
Lucía nos informa que Sor Juana quiere
que ella cuente al mundo su metamorfosis y los
últimos días. Sor Juana nos habla de la humildad
de sus raíces y el cenit que alcanzó como
poetisa/escritora y del ambiente terrible de sus
últimos días cuando indefensa y aislada en un
calabozo, fue convertida en un espectáculo de
humillación para sus acusadores.
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(Luz enfocada en Lucia)
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LUCÍA:
¿Cómo llegó a ser tan audaz? ¿Cómo lo
hizo? ¿Cómo llega uno a ser lo que es? La
metamorfosis de Sor Juana Inés de la Cruz. Aquí
está su voz de nuevo, hablándome sin cesar,
queriendo decir lo que pasó en las últimas horas.
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(Luz suave, enfocada en Sor Juana, y
la luz sobre Lucía disminuye)
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(Sor Juana está sentada en el suelo
con su cuerpo en posición fetal y se va
enderezando mientras habla)
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(Música de flauta)
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SOR JUANA:
Oigo las campanas repicar las ocho de la
noche y el sonido de las religiosas corriendo a
sus celdas. Una lumbre quema mi estómago. No he
probado ni un trago de agua o comida en más de dos
días. Aquí me encuentro con el cuerpo débil y
doblado por el frio y el hambre. Voy haciendo
reflexión sobre mi vida y lo que me ha traído a
esta condición. ¡Yo, Sor Juana! Humilde y
orgullosa a la vez. ¡He sido traicionada y
condenada a este calabozo hasta que muera!
(Firmeza en su voz) ¡Sí! Yo nací
sin padre... pero en un tiempo yo fui la favorita
del virreinato. ¡Nacimiento humilde con sueños de
grandeza! ¿Cómo llega uno a ser lo que es? ¿Dónde,
donde empezó mi metamorfosis? ¡Soy una mezcla de
piedad religiosa con el espíritu rebelde de una
libre pensadora!
(La voz se vuelve débil de nuevo)
Las llagas en mi espalda han comenzando a sangrar.
Tendré que quitarme el velo para cubrirme y darme
calor contra la humedad y frialdad de este
calabozo.
Sor María Epifanía se escapó hoy para
traerme unos preciosos pliegos de papel y un
pedazo de carbón para poder escribir.
¡Oh, Dios! Ojalá que no la descubran,
puede sufrir el mismo castigo que yo.
El obispo Santa Cruz estuvo aquí ayer.
Parado allí... asomándose por la ventana
pequeña. Se ha de sentir muy satisfecho al
verme en esta condición, miserable y consumida.
Aguiar y Seijas vino la semana pasada
para recordarme que éstas son las consecuencias
por desobedecer la voluntad de Dios.
Mi padre confesor, confiado de mi alma,
no ha tenido el valor de venir a verme.
Seguramente su traición lo está atormentando, o
quizás no. Estos hombres se vuelven fanáticos en
sus convicciones.
Hacerme desaparecer no significa nada
para ellos.
Gracias, Dios mío, hay un espacio entre
estas piedras. Aquí puedo esconder mis papeles.
Algún día, la verdad tiene que salir a la luz.
¡Estas injusticias tienen que ser castigas!
_
(Sor Juana regresa a su posición fetal
en el suelo mientras la luz baja lentamente
sobre ella)
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MONJE:
Lucía nos habla de una carta que Sor
Juana escribió hace trescientos años donde cuenta
cómo fueron sus días cuando sus escrituras y vida
fueron secuestradas. Sor Juana nos habla de los
últimos momentos, cuando el mundo de los poderosos
invadió su celda.
_
(La luz esta enfocada en Lucía al
principio mientras habla, pero baja cuando
termina y la luz sobre Sor Juana se intensifica)
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(Música de flauta)
_
LUCÍA (lee la carta luego se detiene
y empieza a hablar):
Sor Juana, Poetisa, Monja, Feminista,
Enigma. Sor Juana Inés de la Cruz, su nombre
retumba en mi cerebro. ¿Cuál es el mensaje que
debo transmitir? ¿Qué es lo que ella quiere que yo
diga? ¿Será esta carta que fue encontrada en su
cuarto trescientos años después? ¿Lo debo
hacer saber a todos? ¿Cuáles serán las
consecuencias? Déjame leerla para ver qué es lo
ella tiene que decir.
_
(Sor Juana camina de un lado a otro
con pasos apresurados e impacientes)
_
SOR JUANA:
¿Cuándo cesará la persecución? (Aquí
Lucía repite las palabras con Sor Juana) Sor
Longuita visitó hoy mi celda preguntando sobre mi
salud solamente como un pretexto para invadir mi
santuario.
¡Han comenzado a llevarse algunas de mis
obras! La audacia de llevarse las obras
predilectas, preparadas para ser publicadas en
España!
Todo ese trabajo, muchas horas de
preparación, ya desaparecieron.. ¡Mis opiniones,
mis observaciones, y sí, por qué no lo decirlo,
hasta poesía disfrazada como oraciones!
¡Pero eso es lo que me mantiene viva!
¡Dios mío! Me están sujetando a un estado de
escasez y de hambre intelectual. Están destruyendo
el elemento que mantiene mi juicio, mi salud
mental. ¿Por qué me van aislado del resto del
claustro?
Para mí, lo intelectual está
intrínsicamente unido a lo espiritual. Es el
oxígeno para mi alma y mi cerebro. ¡Dios! Pero
vean esto, hasta unos documentos que pertenecen a
la intimidad de mi vida, de antes que entrara al
convento, han desaparecido. ¡Dios de los
ejércitos! cada día, los papeles que faltan van
aumentando!
¿Están destruyendo mi trabajo o
guardándolo para ir haciendo trampa contra mí
hasta que mi libertad y creatividad se hayan
marchitado?
Pero ¿qué es lo que ellos piensan que
ganarán con violar mi vida privada?
Yo entré a esta vida de religiosa para
escaparme de un mundo repleto de engaño y
mezquindad, sólo para descubrir con asombro que
ponerse un hábito religioso no da santidad,
sinceridad y buena voluntad a una persona.
Estoy cansada de estar en guardia
constantemente, forzada a obedecer estas órdenes
irracionales del claustro, pero debo escribir esta
carta aunque sea para mí misma.
_
(Sor Juana baja la voz y baja la
intensidad de la luz)
_
(Música de flauta)
_
SOR JUANA:
Escogí vivir en claustro para proteger
mi intelectualidad.
Camino lentamente por los pasillos
largos y obscuros.
Alabanzas cantadas con reverencia y en
voz baja, se filtran por las rendijas de las
paredes en mi cuarto.
Esta aureola blanca, rígida y almidonada
sujeta, apretando dolorosamente mi cabeza.
Durante la hora de meditación, yo veo
las manos dobladas discretamente, ¿Formando una
oración para quedarse o para huir?
¡Nadie sabe!
En una letanía de oración, muchas veces
no podemos distinguir las palabras formándose
suavemente en una voz baja... casi un suspiro.
Esas miradas tímidas que evitan las
mías, ¿será por humildad o en un momento de
descuido revelarán su ira?
Cuando me una a la comunidad religiosa
en oración ¿estaremos todas meditando en
espiritualidad, o sencillamente temerosas por
estar afuera entre la humanidad?
¡Calla, corazón mío! Oigo el mundo
derribar la puerta de mí santuario. ¿Es que no hay
nada sagrado en este mundo sagrado?
_
MONJE:
Sor Juana nos cuenta que el ser humano
tiene un destino que cumplir, lleno de sueños y
metas, pero dice que determinar su destino aún es
una quimera, y que sus perseguidores no cesaron en
su propósito hasta verla muerta.
_
(Luz enfocada en Sor Juana)
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(Música de guitarra al fondo)
_
SOR JUANA:
Cada ser humano tiene un destino por
cumplir. Cada uno, una estrella, un sueño. Pero en
mi caso, aún no se sabe. ¿Cuál fue mi destino, y
quién logrará descifrar la quimera de mi derrota?
Será difícil, pues los ingratos que destruyeron mi
imagen intentaron borrar cualquier otro rasgo de
mi existencia, y tal fue la furia lanzada contra
mí que preservar las últimas chispas de cordura y
dignidad fue preciso imitar semejanzas de
obediencia, pero ni aún así quedaron satisfechos y
acabaron por extinguir el palpitar de mi corazón.
_
MONJE:
Sor Juana nos habla por última vez. Ella
nos recuerda que sus escrituras y memoria siempre
existirán a pesar de la hipocresía. También nos
habla de nuevo sobre la muerte.
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(Música de flauta)
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(Luz suavemente enfocada en Sor Juana)
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SOR JUANA:
Existí (notas de música de flauta).
Existo (notas de música de flauta).
Existiré (notas de música de
flauta).
Dolencias escondidas entre quimeras
sepultadas por siglos.
Existencias existiendo entre tinieblas
de hipocresía y temor a una verdad.
He muerto tres veces. En la primera
muerte, asesinaron mi voz y cerebro cuando aún
tenía aliento en el cuerpo. En la segunda,
extinguieron la última candela de vida en mi
corazón.
(Emocionada) Hoy, hoy muero de
nuevo... pero esta muerte es distinta pues ha
resucitado la verdad y con este último campanear,
por fin, voy a dormir tranquila.
_
(Se escucha el repique tres veces de
una campana y Sor Juana regresa a su camastro)
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(Las luces empiezan a bajar lentamente
mientras el guitarrista sigue tocando hasta que
todo el escenario queda completamente oscuro)
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