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Cuadernarios
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Cuadernario
19
(2007)
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Poeta:
Miguel
Barahona
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Artista:
Óscar
Poliotto
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Traductora:
_Sophie
Lavoie
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Crítica:
Almudena
Santalla
Rodríguez
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CALLE
Óscar
Poliotto
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DOMINGO
Miguel
Barahona
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Me voy,
ya cansado de ser un espectador…
Fue muy simple
caminar por
las calles
buscado la
dirección de la felicidad
nada más
fácil cruzar los puentes
tratando de
olvidarte.
Fue muy simple
quedarme dormido
en cada tejado
de esas casas
abandonadas
Para abrigar
estos sueños imposibles
También
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Esquivar un
anuncio
O consigna
que probablemente
escribí
en las paredes
aherrumbradas.
Nada más
fácil
caer de lo
alto del techo
y soñar
que ya te
había olvidado.
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DIMANCHE
Sophie
Lavoie
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Je pars,
déjà fatigué d’être un spectateur…
Ce fut très
simple
marcher dans
les rues
cherchant
l’adresse du bonheur
rien de plus
facile traverser les ponts
essayant de
t’oublier
Ce fut très
simple demeurer endormi
sur toutes
les toitures
de ces maisons
abandonnées
Pour couver
ces rêves impossibles
Aussi
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Esquiver une
annonce
Ou une consigne
que j’ai probablement
écrite
sur les murs
ferrugineux.
Rien de plus
facile
chuter du
haut du toit
et rêver
que déjà
je t’avais oublié(e).
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CRÍTICA
Almudena
Santalla Rodríguez
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Como el fotógrafo
que es, el poeta se abstrae de la escena
y se marcha. Se marcha pintando
una escena fotográfica que refleja un
paisaje interior. Esas calles,
esos puentes, esas casas abandonadas no
dejan de ser los caminos interiores,
las salidas que uno busca en sí mismo
para huir del dolor, de aquello
que nos daña, que nos hiere. Fue simple
lanzarse al camino del olvido,
aunque no tan simple conseguir la meta.
Pues ese camino es tan voluntario
como involuntario es el control de las
emociones. Fue simple quedarse dormido
y abrigar sueños imposibles. No tan
fácil despertar y ver
que todo era un sueño. Fue fácil soñar
que había
conseguido su objetivo.
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El poema,
planteado en primera persona, va
dirigido a una segunda persona ausente,
que no aporta respuesta ni de la que se
espera tampoco, pero en presencia
de un público lector. Se plasma, pues,
la pérdida definitiva
de la persona amada, la queja del yo por
lo difícil de su situación,
pues todo fue fácil, menos olvidarla.
Las imágenes de emisor
y destinatario aparecen apenas
dibujadas. Es a través de la descripción
de la escena que se deduce la situación
y el estado de ánimo
del poeta. Y esa ausencia de definición
del “yo” crea un espacio
de vaguedad que hace que el lector pueda
tomar para sí la voz que
habla y evocar momentos similares.
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