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Cuadernarios
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Cuadernario
9
(2007)
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Escritor:
Julio
Torres-Recinos
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Artista:
Nela Rio
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Traductor:
David
Rozotto
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Crítica:
Isabel
Díez Serrano
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PIEDRAS
CON
SEÑALES
Metáfora
visual
de Nela Rio, 2007
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HE BAJADO
A LOS INFIERNOS
Julio Torres-Recinos
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He bajado
a los infiernos, a los fijos,
a los reales
como una piedra en el rostro,
los que se
nombran países, naciones,
territorios
que en mi cara tornan
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sus nombres
en exilio, en tránsito, en ajeno.
He conocido
buenas gentes, a qué negarlo,
que me han
ayudado, que se han acercado
a la tripulación
con un vaso de vino,
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con carne
seca, con una manta en buen estado.
Son esas gentes
las que hacen un puerto,
las que al
momento de comer ven al mar,
a la puerta,
al marino hambriento,
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a algún
hijo olvidado de su tierra.
Por esas gentes
soy hombre en reino extraño,
yergo la frente
y veo al océano, grande
como una jaula
donde sin tino corro.
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He bajado
a los infiernos, a los pétreos
donde el barro
quema, el agua no cala.
He soñado
con mapas. He querido acertar
en los filos
de las piedras señales,
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augurios,
voces de aliento. El mar
me hiende
mil caminos. El mar me lleva
a pueblos
que relucen como escamas,
me confunde
en la maraña de las formas.
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Una tarde
encendida hará que el rumbo olvide;
una joven
de voz sedosa me entretendrá.
He soñado
con mapas. He visto trazos
en las ánforas,
en las máscaras trágicas.
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En un templo
asolado quise atinar
las iniciales
de mi padre. Un rectángulo
no es más
que un nítido concierto
si en él
no se quiere ver una estampa.
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He bajado
a los infiernos y he vuelto.
He ido a lo
hondo del mar, al sol mismo.
He tratado
con los muertos y los astros.
Una diosa
prometió estar a la diestra,
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otras me arrojaron
estrellas en los ojos.
Vagué
por el mar; di un millar de vueltas
a las islas.
Y volví. Por arte de embrujo
vuelvo a Itaca,
Penélope, agradecido.
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I'VE GONE
DOWN TO THE NETHERWORLDS
David Rozotto
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I’ve gone
down to the netherworlds, the permanent
ones,
the ones that
are real as a stone on the face,
those that
call themselves countries, nations,
territories
that with me turn their names
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into exile,
in passage, foreign.
I’ve met good
people, why to deny it,
who have helped
me, who have approached
my crew with
a glass of wine,
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with charqui,
with a good blanket.
Those are
the people that make a port,
who look at
the sea when they eat,
who look at
the door, at the hungry sailor,
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at some child
forgotten by his land.
For those
people I am a man in a foreign kingdom,
I raise my
head and look at the ocean, huge
like a cage
in which I senselessly run around.
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I’ve gone
down to the netherworlds, the petrified
ones
where mud
burns, and water doesn’t soak.
I’ve dreamt
with maps. On the edge of the
rocks
I’ve wanted
to leave signs,
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predictions,
words of encouragement. The sea
cleaves a
thousand roads for me. The sea
takes me
to towns that
glitter like scales,
and confuses
me in the tangle of its forms.
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A fiery afternoon
will make me to forget the course;
a young woman
with silky voice will keep me at her
side.
I’ve dreamt
with maps. I’ve seen strokes
on the amphorae,
on the tragedy masks.
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On the walls
of an isolated temple
I wanted to
engrave my father’s initials.
A rectangle
is but a vivid concert
if there is
no desire to see in it a scene.
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I’ve gone
down to the netherworlds, and I’ve
returned.
I’ve gone
down to the sea depths, to the very sun.
I’ve dealt
with the dead and the stars.
A goddess
promised to be to my right,
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others threw
stars at my eyes.
I roamed through
the sea; I went around the islands
a thousand
times. And I returned. By a
spell
I return grateful,
Penelope, to Ithaca.
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EL DESCANSO
DEL GUERRERO
Isabel
Díez Serrano
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"He bajado
a los infiernos", nos dice el
protagonista de este poema, "los
reales",
no quiere decirnos al infierno de Dante
sino al de este mundo, ya que nos
cuenta los avatares con los que ha
topado en su viaje marinero "a la
puerta…el
marino hambriento" … "veo el océano
grande / donde sin tino corro".
El mar le lleva a pueblos donde sin duda
no quería acercarse. Se
encuentra, se busca, se confunde, piensa
incluso, que en una tarde cualquiera,
una "encendida tarde" hará que olvide el
rumbo que un día
inició, Rumbo incierto, en busca ¿de
qué?, no lo sabremos
hasta el final. Un acierto del poema es
que el autor no desvela hasta el
final el personaje, que aunque vayamos
intuyéndolo a lo largo de
su lectura, nos va desgranando palabras,
situaciones, estados de ánimo,
hasta que nos descubre, ya en el último
verso, que se trata de Ulises,
quien sabemos salió de Itaca en busca
del vellocino de oro, en busca
de aventuras.
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De ahí
que bajase a los infiernos, subiese a
los astros, lo entretuvieran
jóvenes con la piel de seda, soñase con
mapas, tratase con
los muertos a la vez que con los astros,
todo un caos de viaje, caos de
aventura "buscada", peligrosamente
buscada y egoístamente deseada,
dejando familia, esposa, hijo, tierras,
fortuna flaca, en busca de las
"vacas gordas".
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El desaliento,
el cansancio, el hastío hasta el extremo
de que "una diosa le prometiese
estar a su diestra y después le
arrojaran estrellas a los ojos",
le hizo recapacitar, despertar de la
locura de su viaje: Bajar a los
infiernos
"donde el barro quema, el agua no cala",
locura interminable de un poeta,
de un marino, de cualquier ser humano
por muy aventurero que sea, que ha
pasado fuera de su casa tantos años,
tantos, que ya vencido, desengañado
y lejos de sus sueños, necesita el
"descanso del guerrero". De ahí
el acertado verso final que, aunque
vayamos descubriendo al par que la
lectura, nos da la clave del personaje:
Ulises, que ya rotundamente,
dirigiéndose
a su esposa, nos revela: "vuelvo a
Itaca, Penélope, agradecido".
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Bello lenguaje
con imágenes sorprendentes, a veces
contradictorias como "yergo
la frente y veo al océano, grande / como
una jaula donde sin tino
corro" nos cuentan esta historia clásica
de nuestra literatura con
verso libre, pero bien timbrado.
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