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Cuadernarios
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Cuadernario
4
(2006)
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Escritora:
Amanda
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Artista:
Nela Rio
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Traductora:
Graciela
Lucero Hammer
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Crítica:
Ana Aridjis
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EN EL
CORAZÓN
EL SILENCIO ESTÁ TEMBLANDO, VUELO
TENUE
Nela
Rio
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NO LLOREN
POR MÍ
Amanda
Castro
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Cuando el
velero blanco de mi calmada paz y la
melancolía se aleje del puerto
con camino infinito y sin retorno/ no
lloren por mí/ que la muerte
me ha dado el descanso y con sus tiernos
brazos me muestra el camino de
la luz hacia la aura/ que la muerte me
lleva consigo a conocer los secretos
fantasmas de sueños insomnes que tanto
dolor provocaron en vida/
que no llore mi madre/ porque con
nuestros muertos estoy de regreso
desnuda
y contenta de la mano del hombre que
decidió ser mi padre y su amor/
que los abuelos me aguardan para
contarme los cuentos de antaño
que no pude escribir/ que no llore mi
hermano/ porque él me vio
en la montaña perderme en la lluvia
buscando un camino que llevaba
al mar/ que recuerde mi risa confundida/
entre los granitos de arena que
cantaban los niños/ de nuestro viaje río
arriba descubriendo
el amor/ que no lloren mis niñas/ tres
hebras de la misma madeja
que hilvanan el cielo y el mar/ el
viejito lleno de amor que no llore
nunca/
porque voy contenta/ que no llore mi
amante compañera tierna/ mi
bastón/ mi mano mi pluma cuando no he
podido escribir/ mi amor cuando
no he podido amar/ mi vida cuando no he
podido vivir/ que no lloren mis
amigos/ porque ellos ya conocen de mis
amores con la muerte y no les sorprende
el dolor/ que recuerden mis versos y que
beban lo que no pude/ cuando apenas
y se distingan mis cenizas entre las
aguas o el viento de un templo en
Copán/ que no llore nadie/ que quemen
incienso alzando las copas/
que me voy contenta para Xibalbá/ que no
llore nadie.
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DON'T CRY
FOR ME
Graciela
Lucero Hammer
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When the white
vessel of my motionless peace and
melancholy sail away from port toward
the boundless road with no return /
don’t cry for me / don’t cry for me
for death has given me repose and
with her tender arms she shows
me the way to light toward aura /for
death takes me with her to learn about
the restless dreams of ghostly secrets /
which brought about so much pain
in life / don’t let my mother cry / for
I have returned to our dead naked,
happily holding hands with the man who
decided to be my father and her
love / let the grandparents await
for me to tell me the old stories
I could not write / don’t let my brother
cry / for he saw me in the mountain
lost in the rain searching for a road to
the sea / let him remember
my perplexed laughter / among the
children singing the sand pebbles / our
trip up the river while discovering love
/ don’t let my little girls cry
/ three strands of the same skein
joining the sky and the ocean / the
little
old man, full of love, don’t ever let
him cry / because I am on my way
happy / don’t let her cry, my companion
and tender lover / my cane / my
hand, my pen when I was not able to
write/ my love when I was not able
to love/ my life when I was not
able to live/ don’t let my
friends cry because they already know of
my love with death and pain doesn’t
surprise them/ let them remember my
poems and let them drink what I
couldn’t/
and when my ashes can hardly be seen in
the waters or in the wind in a
temple in Copán/ don’t let anybody
cry let them burn incense
while raising their glasses/ for I
am leaving happily for Xibalbá/
don’t let anybody cry.
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LA DESPEDIDA
Ana Aridjis
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En el poema
"No lloren por mí" de Amanda Castro se
busca construir un diálogo
con la muerte en versos que hablan con
sentimientos personales, en tono
íntimo, de autenticidad narrativa de
experiencias personales sin
descuidar lo poético. Su poema en prosa
es una representación
en sí misma, unida a metáforas que
hablan de una realidad
interior, un transitar de un estado a
otro de la mujer que abrevia su camino
hacia la luz, el fin como una esperanza.
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Aún
cuando su petición de "No lloren por mí"
se repite, surge
lo inesperado en metáforas que invitan a
una reflexión única
sobre su partida. El yo poético habla
también de un acuerdo
con ese tránsito efímero que se vuelve
la vida y busca que
perdure más allá de su existencia: el
poema en manos del
lector y su tiempo. La tonalidad del
poema se refleja sin melancolía,
dolor o tristeza, para que se le
recuerde con alegría sin borrar
su imagen con llanto.
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Su poema,
en conjunto, nos lleva al interior de la
poeta misma para hacer de su escritura
una experiencia vivificante; posee un
espíritu creativo que expresa,
sin cesar, esa aceptación en paz
sostenida, que camina hacia la
muerte con un sublime acuerdo resignado,
haciendo una arquitectura propia
de cada momento y su nostalgia.
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También
el poema es un instante para destejer la
vida, ir llevando lo necesario
en ese viaje, acompañándolo de recuerdos
gratos, de todo
lo que ha sido y representado vivir para
ella, hasta este vértigo
inevitable que lleva hacia un fondo
desconocido. Sin embargo, ningún
sitio le pertenece, pero están allí, los
lugares la han acogido
y la protegen por momentos “Como el
viento de un templo de Copán”.
Las palabras acompañan al lector y
llegan a festejar una vida familiar
llena de gratitud y amor.
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Lo más
conmovedor del poema es esa
imposibilidad de lo que no pudo realizar
la
poeta, ese pensar en la nada, esa queja
despierta que no ha dolido pero
sin embargo, algo deja pendiente. La
claridad que tiene permite ver ese
dejarse ir sin que represente un temor
por lo irrealizable: “mi mano mi
pluma cuando no he podido escribir”.
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Es una música
que se oye con suavidad a través de sus
palabras; no es sólo
un fantasear de la escritora sino que es
un hallazgo de su imaginación
unida a sentimientos reales precisamente
en ese punto crucial que representa
un encuentro de expiración y “la muerte
me lleva consigo a conocer
secretos fantasmas de sueños insomnes
que tanto dolor provocaron
en vida”. El pasado que pasa sin remedio
y esa lucha instintiva por revivirlo
de la mejor manera.
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Es la avidez
por descubrirse en el momento último de
la vida y sentir el simple
transcurrir de lo que ha sido y
presentir lo que vendrá; es ese
descanso sereno que buscará en Xibalbá,
el lugar de la muerte
y los sueños donde se junta el sentir y
el ser de la poeta.
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