ELENA
PALMERO GONZÁLEZ
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Topos imaginarios en
la escritura hispano-canadiense:
el espacio del cuerpo
en la obra poética de_Nela
Rio_(1)
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Un subsistema
literario parece definirse nítidamente dentro del sistema de la
literatura que se ha venido produciendo en los últimos cuarenta
años en Canadá, y es el de la literatura hispano-canadiense.
Este corpus, producido por una comunidad emigrada de origen hispánico
asume su condición migrante desde particulares coordenadas culturales,
sólo leíbles desde la privilegiada perspectiva de lo híbrido
e intercultural.
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Estudiar el
riquísimo cronotopo que esta escritura instaura sería tema
de un largo y apasionante trabajo de investigación, sobre todo si
se considera la habitual presencia en este conjunto literario de un topos
de naturaleza intermediaria donde se interceptan la tierra matricial y
la tierra de acogida, espacio que revela esa fecundante situación
entre-lugar del artista emigrado.(2)
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Si lanzamos
una mirada con perspectiva integradora a los espacios recurrentes en este
conjunto veremos que ese lugar intersticial es con frecuencia metaforizado
en los conocidos tópicos del viaje, el regreso a la tierra natal,
los sueños, y de manera muy original yo apuntaría también
los tópicos del cuerpo y la propia escritura.
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Intento, en
consecuencia, trabajar este tema en la obra de la poeta argentino-canadiense_Nela
Rio,_centralizando
la mirada en las claves topológicas que sustentan su universo poético,
y en particular la presencia del cuerpo y la propia escritura como sugerentes
espacios de identidad y resistencia que su obra propone.
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El cuerpo
torturado, el cuerpo mutilado, el cuerpo envejecido, pero siempre amado
y dotado de poder, se erigen en el sistema poético de_Nela
Rio, no solo como enunciado que recurre permanentemente en sus libros,
sino también como lugar de enunciación privilegiado por donde
discurrirá un auténtico discurso de la identidad. De igual
manera, la propia escritura, insistentemente metaforizada como espacio
de liberación, de resistencia y de vida, es motivo recurrente en
su obra.
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Ambos tópicos
dan fundamento a un particular sistema metapoético y autorreflexivo,
universo al que intento acceder desde la lectura de dos de sus libros:_Túnel
de proa verde/Tunnel of the green prow_(1998)
y_Cuerpo
amado/Beloved Body_(2002),
ambos publicados en edición bilingüe por la editora canadiense_Broken
Jaw,_y
con el finísimo trabajo de traducción al inglés de_Hugh
Hazelton.
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Mediando entre
ambos poemarios cuatro años y bajo la apariencia de libros muy diferentes,
encuentro en ellos una unidad primordial que me hace estudiarlos de conjunto,
y es su sensible aprehensión de la relación experiencia/cuerpo/lenguaje
en textos que tematizan estados límites del ser humano.
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Desde la sensibilidad
del “cuerpo vivido”, para decirlo con las palabras del filósofo
francés Merleau Ponty,_Nela
Rio_escribe
estos poemas sobre el dolor y también sobre el renacimiento. Y uso
la expresión “cuerpo vivido” porque estos poemas nacen de una relación
de contigüidad entre la experiencia sensible del mundo y el cuerpo
como unidad integradora del sujeto.
Nacen, asimismo,
de una profunda conciencia de unidad entre cuerpo y lenguaje, presentándonos
un sujeto que se debate permanentemente entre la escisión que el
mundo impone a su cuerpo y la lucha por restaurar un orden natural, que
es el de la unidad del sujeto como cuerpo y como lenguaje.
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Túnel
de proa verde/Tunnel of the green prow,_publicado
en 1998, y con una segunda edición en el 2004, es un poemario
de apasionada historicidad, que revela la experiencia del encierro y la
tortura desde la memoria y el renacer en el amor.
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Dos elementos
distingo como fundamentales en la lectura del libro, dos elementos que
a su vez se entrelazan profundamente, la unidad temática, y la admirable
coherencia en la composición del poemario.
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Cuando hablo
de unidad temática estoy refiriéndome a la presencia de un
núcleo significativo central en el libro a partir del cual se desarrollan
variaciones, y que con originalidad, se presenta como productiva unidad
de contrarios.
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El encierro
y la tortura recorren temáticamente los veintiocho poemas que componen
el libro, pero como contrapeso aparecen siempre el amor y la escritura.
En esa tensión binaria alcanza el libro su armonía y rotundez
y también su más rica metáfora de la complejidad humana.
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Dos elementos
paratextuales podríamos decir que dan aliento a la metaforización
de esta inevitable aporía del ser humano, por una parte el título,
que integra la idea del “túnel”, espacio subterráneo y oscuro,
a la idea de “proa verde”, guía hacia la esperanza y el renacer.
Y por otra, el pórtico a los veintiocho poemas: “dicen que el
encierro/ tiene mil puertas /con mil candados / pero hay una puerta/ tan
ancha como la angustia del encierro / que no hay historia que la pueda
cerrar/…el poema sobrevive” (RIO, 2004:16).
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Este pórtico
nos sitúa ante los opuestos encierro-poema, con la certeza de que
sólo el poema salva y libera, de tal manera el epígrafe inicial
nos predispone a una lectura que transcurrirá entre dos polos: el
dolor del encierro y la creación como posibilidad liberadora.
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Tal metáfora
de la literatura y la creación nacida del encierro, reconocible
en toda una tradición teórica y creativa, y con particular
desarrollo en la poesía hispánica, alcanza un vuelo extraordinario
aquí por precisamente tratarse de un libro sobre la represión
y la tortura.
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En la misma
dimensión metapoética del pórtico, el primer poema
del libro desdobla el motivo y enfrenta al “tiempo prohibido de la memoria
escrita” (2004:18), el tiempo de la imaginación liberadora y
del poema escrito desde el silencio. “Escribo poemas del refugio, en
el interior de la lengua”( 2004:18), dice la poeta para mas adelante volver
sobre el tema: “poemas que no pueden tocarse / porque están encerrados
en mis ojos / que no pueden arrancarse porque se han vuelto piel de mi
voz” (2004:18).
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Como podrá
verse se apela a la auténtica escritura derrideana, aquella que
no alcanza a ser signo físico, solo silencio, pura imagen indecible.
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Este tema
de la escritura y la imaginación como espacio de salvación
ante los dolores del cuerpo recircula, con variaciones, en todo el libro.
Elocuente es en este sentido el poema VIII, donde el sujeto poemático,
abandonado al dolor, declara que “solo la imaginación /abre agujeros/en
la mas completa/ ausencia de color" (2004: 36). Así mismo los
poemas XV y XVI vuelven sobre esas imágenes de la creación,
las que instauran una original red metapoética y especular en todo
el poemario.
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También
será frecuente encontrarnos con la sugerente variación poética
del motivo del cuerpo humano entendido como cuerpo de la escritura. Aquella
idea frecuente en los estudios teóricos sobre discurso femenino
de que escribimos con el cuerpo, tiene en los poemas de_Túnel
de proa verde_su
más rica expresión, toda vez que cada imagen escrita en el
silencio nace de la huella física de la tortura.
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El otro polo
temático al cual quiero referirme aparece en un nutrido grupo de
textos que centralizan la imagen de la tortura, generando una constante
tensión entre un sujeto al que se le intenta situar fuera de su
cuerpo y un sujeto que se reintegra al cuerpo en el acto liberador del
silencio.
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Sabemos que
la separación cuerpo-sujeto es una dicotomía heredera de
la separación cuerpo-alma instituida por la tradición occidental.
Desde este punto de vista la tortura reitera ese dualismo porque la condición
del cuerpo en manos del otro separa el cuerpo del sujeto. “Bajo tortura,
el cuerpo queda tan sin sujeto que es como si el alma quedase separada
de él”,(3)_explica
Maria Rita Khel en su ensayo Três perguntas sobre o corpo torturado
(2004). Ante esta condición escindida del sujeto torturado, hay
en los poemas de_Nela
Rio_un intento
por integrar el sujeto a su cuerpo en la imaginación y el silencio.
De esta manera el sujeto torturado de sus poemas consigue liberarse en
el silencio, silencio de donde brotará fecundamente la palabra
poética.
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Otra
fractura que reitera la tortura es la dicotomía sujeto-lenguaje.
Como explica Maria Rita Khel, durante la tortura, el habla, que representa
al sujeto, deja de pertenecerle, pues el torturador pretende arrancarle
una palabra que no es la que el torturado quiere decir sino la que el torturador
quiere oír. Resta al sujeto que se identifica con el cuerpo
el silencio como última forma de dominio sobre sí.
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Ahora bien,
si el objeto de la tortura es destruir la articulación primaria
entre el cuerpo y el lenguaje, la única resistencia posible
es el silencio. El silencio es entonces una expresión de poder,
es el poder del torturado. Y en el caso de los poemas de_Túnel
de proa verde_la
palabra poética nace de ese poder, del poder del silencio.
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Ya el último
poema del libro, XVIII, parece cerrar el ciclo temático que hasta
aquí he desarrollado. También cierra un ciclo temporal, pues
su texto alude a marcas de tiempo y sucesión, las que sin estar
ausentes en el conjunto poético, aquí se revelan particularmente
ricas pues en este último texto acompañamos al sujeto lírico
en la aventura de la memoria, memoria necesaria para volver historia la
experiencia vivida.
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También
lo acompañamos en el reconocimiento del amor, un amor que renace
y cura, y que de alguna manera ayuda a construir un presente con los pies
en un pasado perpetuamente actualizado.
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Otro elemento
que de inicio anoté como particularmente significativo en el libro
es la profunda cohesión compositiva. En correspondencia con la aludida
unidad temática, los textos obedecen a una cierta lógica
de consecutividad, dotando al libro de una narratividad inusual en un libro
de poemas. Desde el primer verso del libro “Comienzo” (2004:18) hay una
progresión temporal en los textos poéticos con una evidente
tendencia a desarrollar una historia, acaso recordando a Walter Benjamín
o a Paul Ricoeur, cuando aseguran que es impensable una experiencia fuera
del campo de la narración.
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También
la estructura metapoética del libro colabora para dar esa cohesión
compositiva que él evidencia. El primer poema alude a la escritura
de los poemas, interpretable este como marco al conjunto de textos que
le seguirán. Luego el último cierra esta propuesta declarando
la condición de memoria de estos poemas, en productiva imagen especular
que los perpetúa en el tiempo a la vez que los envuelve en una finísima
estructura autorreflexiva.
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Tras_Túnel
de proa verde_Nela
Rio_continúa
un trabajo sistemático en torno a las metáforas del cuerpo,
así nos presenta en el 2002 un bellísimo poemario,_Cuerpo
amado/Beloved Body,_con
el cual la escritora transita nuevas dimensiones del cuerpo femenino.
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Como en_Túnel
de proa verde,_este
libro también se sitúa enunciativamente desde un estado límite
del ser humano, para asumir esta vez una aventura mayor, la de “tener
un cuerpo nuevo” (Ilarreguerri, 2002:16). Uso la elocuente metáfora
con la que la profesora Gladis Ilarreguerri intitula su ensayo introductorio
a la edición de 2002 precisamente porque el sujeto femenino
de_Cuerpo
amado_transitará
el largo camino que va del descubrimiento del cuerpo enfermo de cáncer,
al trabajo con el dolor, la transformación física,
y el reconocimiento en un nuevo cuerpo, un cuerpo asimétrico y mutilado,
al que se aprende a amar en sus ausencias.
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El cáncer
de pecho y la transformación que esta enfermedad genera serán
claves temáticas en este libro, presentadas también en la
dinámica binaria de la devastación y el renacimiento.
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La composición
del poemario, que también en esta ocasión procura la narratividad
y el desarrollo de una historia en el devenir temporal, nos orienta para
transitar las diferentes etapas en las que el cuerpo ama, se enferma, se
mutila, se reconoce, y renace.
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Un texto pórtico,
intitulado "Aguardando tu presencia", presenta la plenitud de la mujer
enamorada. Así mismo la primera sección del libro, "Instantes
de amor", extiende este tema para alcanzar extraordinario vuelo como poesía
amatoria y poesía de la plenitud del cuerpo.
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En el conjunto
de dieciocho poemas reunidos en esta sección hallaremos imágenes
de intenso erotismo y de extraordinaria sensibilidad amorosa, imágenes
que nos revelan cuerpos maduros, “que no están en la celebración
de la juventud sino en la de la experiencia, registrada en afectos y aventuras
interiores” (Ilarreguerri, 2002, p.12-13), cuerpos que sabiéndose
“un
paisaje ya maduro” (P.24) vivencian la relación física
desde ricas dimensiones del erotismo.
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Luego "Instantes
de dolor", la segunda sección del poemario, reúne seis poemas
de intensa atmósfera premonitoria. El anuncio de la enfermedad nos
sitúa ante un cuerpo temeroso y angustiado, un cuerpo que experimenta
dudas y un miedo horrible al cáncer, enfermedad que como sabemos
no solo puede conducir a la muerte, sino que tiene el poder de desdibujar
el cuerpo.
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Un cuerpo
desdibujado genera una imagen diferente de nosotros mismos, y por tanto
una identidad problémica. Esa identidad problémica será
el centro de la tercera sección del libro, "El cuerpo amado", formada
por doce poemas, en los que seguimos el curso de la enfermedad, la desorientación
femenina ante la pérdida de una parte de su cuerpo y el complejo
aprendizaje de reconocerse en un nuevo cuerpo.
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Experimentar
la pérdida de una parte de nuestro cuerpo que antes fue acariciada
y amada, que vimos crecer y transformarse, que dio vida y nos conectó
vitalmente con otro ser, es siempre una experiencia traumática.
Asumir ese nuevo cuerpo asimétrico, diferente, sin esa parte que
ahora lo deshabita, es un aprendizaje largo y regenerador. En ese
estado límite del ser femenino y en ese aprendizaje nos sitúan
estos poemas, los que tematizan la pérdida, la desorientación,
y el paso hacia el entendimiento de un sujeto nuevo en un proceso que jamás
se presenta como acto solitario. Elocuentes son las imágenes en
que el amado acompaña y vivencia ese proceso. Ella, en correspondencia,
no se aísla, comparte el dolor con el amado y luego termina por
aprender a amarse en un cuerpo diferente. En ese enfrentamiento y en ese
rescate adquiere este sujeto toda su humanidad y su grandeza.
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El cuerpo
mutilado, que desde Baudelaire se convierte en una de las imágenes
fundamentales de la modernidad, no es el cuerpo mutilado que vemos aquí.
Aquel convierte la fragmentación en su razón de ser, este
intenta recomponer un nuevo cuerpo, darle una nueva armonía y renacer
en él.
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Los dos últimos
poemas, situados a manera de "Epílogo", concluyen el recorrido hacia
el encuentro con una nueva identidad, en ellos vivenciamos “un retorno
a la mujer en el sentido más íntimo, mas subjetivo y más
profundo de la palabra” (Ilarregui, 2002:16), asistimos al retorno
triunfante sobre el dolor, y a la asunción de un nuevo cuerpo,
trofeo que ahora se admira y se ama con orgullo.
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En "Camino
de la vida el pecho", “amado como un huérfano” (2002:102),
se toca ahora desde la serenidad y desde el renacimiento. Reconocerse nueva
es, para la mujer que asume el discurso lírico, como volver a vivir,
así lo expresa cuando nos dice: “Vivo la vida/como si hubiera
nacido/en la mitad de la vida” (2002:102).
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En el otro
texto que conforma el epílogo, "La vida tiene alas", la imagen femenina
de quien retorna a las primeras noches de amor es particularmente emotiva.
Asistiremos con este poema al supremo momento en que la nueva mujer se
quitará el vestido frente al amado y la escucharemos decir:”Deseo
tu cuerpo contra el mío/……… y la vida tiene alas” (2002:104).
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Como podrá
verse en estos dos poemarios, el cuerpo resulta un motivo dominante en
la creación de_Nela
Rio._Pueden
sumarse a estas visiones del cuerpo torturado o mutilado, otras perspectivas
ya transitadas por la poeta, pienso en el cuerpo erótico de_Aquella
luz, la que estremece_(1992),
o en el cuerpo violado de_En
las noches que desvisten otras noches_(1989).
Todos ellos en su conjunto revelan un pensamiento sistémico sobre
el ser humano, sobre el ser femenino, sobre la creación y
la escritura, y siempre circulando en torno al motivo de la corporeidad
como problema identitario.
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Me pregunto
si acaso todas estas metáforas no están en correspondencia
con una cierta condición vital de la escritora que predispone a
modelar espacios de naturaleza híbrida y simbólica, espacios
que revelan un entre-lugar de reencuentro y liberación.
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Leyendo la
crítica sobre la llamada literatura hispano-canadiense, sistema
desde el cual_Nela
Rio_produce
su obra, me deparo con la persistencia en situar invariantes que conforman
lo que_Luis
Torres_ha
llamado “el cronotopo del exilio”, estas invariantes suelen situarse
particularmente en las imágenes del regreso, un regreso ilusorio
donde se mezclan espacios y tiempos generadores de un cronotopo imaginario.
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Se me antoja
entonces pensar que el cuerpo y la escritura poetizados por_Nela
Rio_se integren
a esa visión topológica de naturaleza ambigua y altamente
simbólica desde la cual el sujeto que vivencia el corte identitário
del desplazamiento vehicula un posible lugar de resistencia e identidad.
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Por esta razón
he querido compartir en este contexto intercultural mi lectura de sus poemas,
también mi manera de pensar este tema del cuerpo y la escritura
como espacios de identidad en el caso de literaturas que yo llamo en tránsito,
esperando sobre todo el diálogo enriquecedor.
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Notas
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(1)_Texto
de la comunicación presentada en el VII Congreso de la_Associação
Brasileira de Estudos Canadenses_(noviembre
de 2005)._REGRESE
(2)_Ya
ensayistas como_Hugh
Hazelton_o_Jorge
Etcheverry_se
han encargado de transitar este camino caracterizador de la llamada literatura
hispano-canadiense. Ambos críticos vislumbran la presencia de espacios
de naturaleza híbrida en esta escritura. Remito a sus ensayos: “La
soledad del exilio: marginalidad y aislamiento en la literatura latino-canadiense”,
de_Hugh Hazelton,_y_"Una
literatura en castellano en un medio anglófono",_de_Jorge
Etcheverry,_ambos
referidos en la bibliografía de este ensayo._REGRESE
(3)_Traducción
mía (EPG)._REGRESE
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Bibliografía
citada
_
ETCHEVERRY,
Jorge._"Una
literatura en castellano en un medio anglófono"._In:
Lakúma Posáki, Revista electrónica disponible en_www.poesias.cl.
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HAZELTON,
Hugh._"Una literatura
nueva: la latino-canadiense"._Conferencia
proferida el 18 de febrero de 2004 en la_sección
de estudios hispánicos_de_la_Universidad
Concordia (Montreal, Canadá).
_____________
“La
soledad del exilio: marginalidad y aislamiento en la literatura latino-canadiense”._In:
Lakúma Posáki, Revista electrónica disponible en_www.poesias.cl.
_
KEIL, Ivete.
“Três perguntas sobre o corpo torturado”. In O corpo torturado.
Porto Alegre, Escritos Editora, 2004.
_
KEIL, Ivete/
Márcia Tiburi (organizadoras). O corpo torturado. Porto Alegre,
Escritos Editora, 2004.
________ Diálogos
sobre o corpo. Porto Alegre, Escritos Editora, 2004.
_
PONTY, Merleau.
Fenomenologia
da Percepção. São Paulo, Ed. Martins Fortes, 1994.
_
RIO, Nela._Túnel
de proa verde/Tunnel of the green prow,_Trad._Hugh
Hazelton,_Broken
Jaw, 2004.
___________Cuerpo
amado/Beloved Body,_Trad._Hugh
Hazelton,_Broken
Jaw, 2002.
ROBERTS, Eliane.
O
corpo impossível. São Paulo, Editora Iluminuras, 2002.
_
TORRES,
Luis. “Writings of the Latin-Canadian Exile”._Revista
Canadiense de Estudios Hispánicos_26.1-2,
otoño
2001-invierno 2002.
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