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Recopilados y editados por_María José Giménez Micó |
De El sendero de la calandria
Ellos
Han venido peleando
con los cuervos
y las rocas.
Han venido vociferando,
haciendo alarde
con el fuego
y con el toro.
Finalmente han caído
a nuestros pies,
ensangrentados.
El dolor no les deja
abrir los ojos.
Si tan sólo
Si tan sólo te hubieras perdido
yo saldría a buscarte.
Hasta la frontera de mis fuerzas
seguiría tus huellas,
(todas las criaturas hablarían de ti
quién podría olvidar el vigor de tu paso).
Sería fácil encontrarte, mi amor,
si tan sólo te hubieras perdido.
Otro frío el mismo frío
Conozco el hielo desde la infancia
transparente y azul en las montañas
humillado y sucio en el asfalto de las calles
pero nunca había visto
un hielo tan gris como el de tus ojos.
Rocío Castro Morgado
Lima, PerúDesde el exilio
A Aung Saan Suu Kyi,En Londres
la bruma
me envuelve con su pálido esplendoren el parque
una ardilla roe plácidamente
una bellota
sobre el grasslos niños ríen
cuando lanzan
un disco
que surca el paisaje como un cometa.Brevísimo
e inalterable
es su fulgor.En mi país
donde un astro de fuego incendia el cielo añil
y las aves
beben de fuentes en las que se diluye
el sol
una sombra blande una espada
que corta el perfil del aire
la canción de los jilgueros
el amanecer.Me hieren
los ojos rasgados por el asombro
de un niño
su gesto que se esfuma
su inaudible voz.Extiendo mis manos al vacío
para recobrar
su risa
con mi dolor.Debo volver
a mi país.
De Vitral con pájaros
Exilados
Nos dijeron que se iban
Que muy pronto volveríanPero nosotros sabíamos en nuestro corazón
que no veríamos de nuevo esa caras ansiosas
de pupilas dilatadas por el miedo
por sueños imposiblesEllos habrán de echar sus raíces lejos
fuera de nosotrosPlantarán su semilla
en tierras de color insospechado
Saturadas de distintos olores
y sonidos inciertos
Tierras de las que sólo sabemos el nombre
que no podemos pronunciarVedlos ahora remontar el vuelo
como una bandada de pájaros espantados
por el perdigonazo del cazadorUn vacío parece que se está instalando
en medio de nuestras poblacionesUna generación más valerosa que ninguna
de ojos francos como palmas abiertas
es la que hace las maletas
y con anticipada añoranza
recorre por última vez
nuestras callesDejemos a los más viejos la tarea de llorar
Alegrémonos por ellos, los que se van
los que no verán sus alas cortadas
ni sus ojos cegadosFlorezcan ellos como mil flores en otra tierra
Sean sus hijos un extraño fruto saludable
Que sepan contarles cuentos, en la tarde
antes de dormirseSobre esta tierra
Sobre nosotros
Sobre lo que aquí dejaron
María José Giménez Micó
España/CanadáPara mí el exilio es distancia
Para mí el exilio es distancia
lejanía de las cosas familiares
de los lugares conocidos
del hogar que quedó atrás.Entre un fui y un seré
construyendo un soy,
buscándome entre otras gentes
en otro lugar.
Cristina Gutiérrez Richaud
México
(Enlace a su página)Afán de largarme al exilio a otro planeta
Este remar en un río sin aguas
este cielo sin nubes
este aleteo sin viento
este deseo de llanto desde mis ojos secos
este sentirme extraña en todas partes
este lenguaje mío que nadie entiende
este azul que todos ven tan rojo
este ir y venir sin llegar a ningún lado
este cigarrillo ya no me hace compañía
estas mentiras que sólo yo me creo
esta pluma sin tinta
esta matriz sin cáncer
este espejo que desde siempre me rechaza
este no desear nada pero acudir a las citas puntualmente
este afán de largarme al exilio a otro planeta
este deseo de dormir quince días y ninguno al mismo tiempo
esta confusión de vaso roto
este rumor de fin de siglo
este milenio en bancarrota
esta marea sin barca y sin olas
estas aguas estancadas a pesar del terremoto
esta condena sin cárcel y sin rejas
este reencarnar en un violín sin cuerdas
este ver a los otros como muertos
este resucitar cada veinticuatro horas sin mortaja
este dolor de cántaro vacío
este país que cargo sobre el lomo
esta insoportable mirada más allá de lo evidente
este deseo de ser muda en esta tierra de sordos
este amor que cotizaba en la bolsa de valores
este remordimiento de no haber sido un cerdo más entre los cerdos
esta obsesión de aprehender la belleza aunque me duela
este hartazgo de ver las mismas calles diario
este amasiato con el arte
este amar más a los libros que a los hombres
este ser y no ser en un mismo epitafio
este preferir los cementerios a los templos
este ir tachando uno a uno los nombres del directorio telefónico
este deseo de regalar mi casa y mis costumbres
esta pena que no sabe en donde duele
este fornicar con la monotonía
este Dios escrito con números rojos
esta penitencia aún sin pecado
este volver a remar en cualquier río sin aguas
este negar más de tres veces mi locura
este buscar el factor hereditario de mi hastío
este desfalco de sonrisas
este no saber
ni cómo
terminar un verso.
Hugh Hazelton
Estados Unidos/CanadáDe_Antimatter
llegan
a Caleli e Yvonne América Truque
del Sur
por avión autobús o corriendo por el desierto y bosques norteños
con sus maletas de poemas y manifiestos arrugados
los ojos llenos de mundos idealizados arrancados
a culatazos y balazos
pero que "se realizarán un día no tan lejos" están segurosllegan en jóvenes parejas que discuten todavía entre ellos
y luego luchan juntos para establecer una cabeza de playa
para estos chiquillos
que miran todo con cara de asombro
como si fuera una escena de película
mientras los hermanitos lloran cuando se les trae al cine
y la gente de aquí los mira con escándalollegan y se establecen y entran a empleos duros y mal pagados
"solamente por un tiempito, ¿viste?, hasta que organicemos algo"
fortalecidos por sus creencias en el valor de todo trabajo humano
para seguir laborando en cualquier cosa, viejo
y luego el sábado por la noche
van a peñas en sótanos de iglesias
con danzas folclóricas y comida típica y escuchan a sus paisanos
leer cartas de solidaridad en altoparlantes gastados que no se oyen muy bien
y luego bailan salsa y cumbia y danzas de allá
mientras los chicos corren chillando entre las piernas de los padres
que toman otra cerveza y analizan de nuevo cómo carajo realmente fue
que los milicos tomaron el poderllegan a refugiarse exiliarse ganarse la vida
en los mismísimos países
que a menudo financiaron el derrocamiento de sus presidentes
limpiando las sedes sociales de las multinacionales que desde hace años
van explotando a sus familias y saqueando a su nación
países que los aceptan pero que a menudo
rechazan sus documentos y descartan sus diplomas
y les mandan a sudar en fábricas donde la gente local nunca se ve
o a volver a hacer los estudios y luego comenzar de nuevo
que dificultan la entrada de los abuelos
y cuando intentan organizar sindicatos con una retórica revolucionara
incendiaria que les da miedo a los obreros de aquí
--pero que termina por animarlos--
y luego los dirigentes gremiales les dicen que
"este tipo de retórica no se usa mucho por aquí, ¿m'entendés?"llegan de países que valoran la palabra y el arte
que ellos celebran en sus tertulias y recitales de poesía en bares-humaderas
donde los clientes habituales los observan con curiosidad o asombro
mientras ellos proclaman sus versos
y luego se autopublican en minúsculas revistas
editadas en su idioma
y se riñen entre egos y tendencias
pero se juntan también todos para el próximo lanzamiento
y para jurar sobre el alma de la tatarabuela
que el poeta más mediocre de allá vale pero mil veces
el mejor soso premiado de aquí
y que la osadía de vanguardia no se conoce
en este país donde nadie se atreve a contradecir la autoridadllegan y andan ignorados desconocidos por las calles heladas
donde la gente sin hogar duerme en las cajas automáticas de los bancos
no tan diferente finalmente de lo que dejaron allá atrás
salvo en versión más opulenta
y sus costumbres de conversar
de solucionar los problemas juntos
de pensar en la comunidad
dejan sus semillas entre los bohemios, artistas y rebeldes de acáy un buen día se despiertan y se miran el reflejo y se dan cuenta
de que los años han pasado y todavía están aquí
con su familia sus amigos y su profesión
que los milicos están cediendo el poder muy pero muy lentamente
y que sus hijos hablan más inglés o francés --carajo-- que su idioma natal
y que ellos mismos cuando vuelven allá
usan frases inesperadas medio raras que vienen de los idiomas de aquí
y que finalmente ellos conocen mejor esta orilla lejana
donde viven en relativa tranquilidadpero, eso sí, ellos nunca se dan cuenta
de todo lo que le han aportado y dado
a la gente de aquí
Excuse-moi, monsieur
Excuse-moi, monsieur, no soy ave migratoria
que por capricho abandonó su morada
al arribo de adversas estaciones:
soy un náufrago de un país zozobrado
que un pirata infame hundió
en las mares de la miseria.Ando en busca de una playa hospitalaria
sin escollos de absurdas celosías.
Ando en busca de una tierra sin fronteras
donde encuentre al hermano universal
de mis ensueños combativos y mis luchas ancestrales,
para que juntos encontremos,
con brújulas ideales y brazos solidarios,
la tierra prometida que las armas robaron
a nuestros sueños milenarios.¿Que cuál es mi nombre...?
Mi nombre no está escrito
en aquéllas epopeyas oficiales
cuyas lídes, si acaso se escucharon
en éstas tierras taciturnas,
llegaron tal vez como un pérfido rumor
de bárbaras leyendas de selvas, de tribus,
de guerras ancestrales.¡Yo soy Job, el santo, paciente y clandestino...
..pero que a cada agónica jornada se levanta
con la furia justiciera por las hambres decretadas…!
¡…y soy Lázaro, que aunque indulgente a las miradas
que extrañas y hostiles, esquivas me circundan,
prosigo mi ruta sin aplausos,
con mi carga pesada de nostalgias,
y con la intolerable fidelidad de mis dolores.
¡...Y soy Jesús, Cristo revolucionario,
que aunque el amor y la paz vague pregonando
volveré con mi azote justiciero
a expulsar los infames mercaderes
que mi templo soberano profanaron!Excuse-moi, monsieur,
¡y no me pida que sea como aquél altivo pino
que insensible tolera la fría nieve
que místicas alturas le deparan!
¡Yo soy como éste deshojado erable,
que aunque pierda su follaje
al arribo de los rigores invernales,
regresa persistente, tras lo cálidos fulgores
de gratas estaciones,
con caudales renovados de dulzura
y con el verde inmortal de la esperanza!
Exilio
I
En el alma una bandera
Que ondea por cualquier lugar
Que besa la niebla
Y atrapa la risa
El miedo
Y la prisa
Por volver
Y juntos de nuevo
LucharII
De un país lejano
Vengo tranquila
Del mar de los abrazos
Partí un día
Dejé mi casa
Y mis sandalias
Fueron toda mi vida
No recuerdo los senderos
Pero sí las flores
Que compartieron mi alegría
Las caras sonrientes
que brotaron
Alumbrando
Mi osadía
Las gentes
Sus manos
Sus palabras
Los mojones
Que marcaron
La ruta
Del alma
Que en cada segundo
DescubríaIII
Lanzo mensajes en las botellas
Todas son azules
Con los pies en el agua
Mojo mis ideas
Refresco mis ojos
Lanzo mensajes
Hacia el horizonte
En la orilla
De mi arena
Parece que se esconde la pena
Entre las conchas y las estrellas
Lanzo mensajes sin nombre
Lanzo letras sin palabras
Lanzo palabras sin aire
Para que se ahoguen
Solas, por si no llegan.IV
Diré que fue el viento
Diré que fue el mar
Diré que no sé
Lo que siento
Ni lo que pude
Olvidar
Jorge Lizama Pizarro
Chile/CanadáCircunnavegación
I
Se fueron todos, las playas quedaron vacías: los locos
vestidos de blanco
esqueletos, los arlequines, monos y pájaros exóticos.
Selvas y frutas tropicales, las diversas faunas marinas
dejaron todo, no estaban acostumbrado a la bestia, a
la cortina negra,
a las gargantas secas por falta de todo: unos seres
obscuros ciegos del corazón
y de todas partes.
Quitaron el poquito de libertad económica que había.
El acordeón y la majestuosa trompeta
no podían tocar pasada la medianoche.
Cuando las lunas estaban llenas en las noches
celestiales al compás del mar,
ante la inmensa atmósfera marina de energía compactas
de dulces revelaciones
benéficas o dolorosas en el aprendizaje de las
experiencias cósmicas.II
Las mujeres guardaron sus cosas y algunas partieron
montadas en los hipocampos
con sus baúles atiborrados de bellezas, tomaron sus
bastoncillos mágicos o sus escobas y algunas se fueron
por las computadoras en un viaje que nunca termina.
Algunos hombres salieron volando, otros haciendo dedo;
el suelo quedó lleno de cadáveres con los ojos
abiertos mirando el firmamento,
cargados de historias, muchos iban rebosantes de luz
síquica y otros ya no eran
más que calaveras con la luz extinguida.III
¡Dónde está el sol! Nos bañamos en el fuego
quemante resplandeciente
de la luz, con las aspiraciones de aprendices de magos
con profesión
de artistas entendido en maravillas y telepatías.
Artesano de las intuiciones, escultor, arquitecto de
estructuras interiores
con sonrisa de piano, como trompeta en un club de
jazz, o una corrida de toros. Escalando las montañas
de los Andes para mirar alto,
prestos conquistadores del amor, entendidos en
tinieblas y religiones
con sabor a latin lovers.
Con un gusto a ceniza en la boca como dicen los
italianos,
“las flores más bellas nacen en el fango”.IV
Con ese terrible dolor a muelas y arropándose con
todas las hermosuras,
caminando como volando en la onda: con la sustancia
modificable
una deuda con la naturaleza, sacando fuerzas del
cuerpo:
los costillares asados de la amistad,
los maestros del ajedrez, los comedores de libros,
los locos del absoluto,
Los que tenían dinero pero les faltaba imaginación.V
A las hermosas que le gustaban los viejos, a los
jóvenes que prefieren
las grandes nalgas de las cuarentonas.
Los especialistas del olfato erótico.
A los artistas rencorosos de la pobreza muriéndose en
una bohemia densa,
impregnada de alcohol y de humos.
Los políticos idealistas, perros con las luces
abiertas, aferrados
por una sociedad más justa: los aviones llenos de
exiliados,
el dinero como siempre en las manos de unos pocos
egoístas.
¡Se fueron todos!VI
Nadando en otro idioma, en viajes largos, bus
cando la
ciudad de la serenidad
en periplos de años aventureros para después en la
ciudad sola,
trabajar y escribir los fines de semanas y tomando
vino chileno por puro
patriotismo.VII
Los poetas vagos son de la época romántica.
Se quedaron esperando el retorno que nunca llegó;
es en las tardes de domingo, cuando más se acuerdan,
algunos se enamoraron de mujeres feas,
solo por pura falta de afección.
bueno y los problemas con el acento:
los buenos se acomodan rápidamente,
las bellas y los guapos hacen su agosto en terribles
luchas amorosas, inevitables enfrentamiento de
culturas y sexos.
Nacen hijos bellos de unas fuerzas rebosantes de
vigor.
Los poetas y los pintores, juntos exploran en sus
cielos
de absolutos.
En las minas subterráneas del alma quedan los
acontecimientos
las revelaciones del arte y de la vida.
La historia de un pueblo que siempre produjo buenas
cepas.
El poeta respira alto en esa playa del Cono Sur.
Marián Muiños
Pontevedra, EspañaDentro de tu vientre
Dentro de tu vientre,
Madrastra,
nazco, crezco, envejezco;
fetal y vulnerable,
sonrío al sol sobre el monte
a la bruma bajo el sol
al monte sobre la ría.
Con optimismo adolescente
trato de conquistarte,
Abuela Patria,
sin espadas ni cruces,
con mi simple persistencia
y esta predilección de cada día,
para recuperar mi historia
-que copulará con el olvido
y hará tan vano este intento.
Madrastra España,
sólo busco acunarme, mecerme
en tu bolsa de aguas nuevas
y regar la tierra dulce de Galicia,
para que broten mis plantas,
aunque mis ramas se alejen
en pos de otros soles.
España,
tú que miras
de reojo al inmigrante,
y retornado llamas
al hijo de tu hijo,
¿por qué olvidas a los vientos
que soplaron hambre y sangre,
dictadura, emigración,
y un panal desgarrado entre tus dedos?
Malos tiempos te cercaron,
esparciste tus semillas
y la hiedra está cubriéndote los muros:
es la vida
son las vidas que regresan.
Dentro do teu ventre
Dentro do teu ventre,
Madrasta,
nazo, medro, envellezo;
fetal e vulnerable,
sorrío ao sol sobre o outeiro
á bruma baixo ó sol
ao outeiro sobre a ría.
Con optimismo adolescente
tento conquistarte,
Avóa Patria,
sen espadas nin cruces,
con a miña sinxela persistencia
e ista predilección cotidiá,
para recuperar a miña historia
-que copulará có esquecemento-
e fará tan van este intento.
Madrasta España,
só busco arrolarme, abanarme
na túa bolsa de augas novas
e regar á terra doce de Galiza,
para que broten as miñas prantas,
para que só se arreden
tras doutros soles
as miñas pólas.
España:
tí que miras
de reollo ó inmigrante,
e retornado chamas
ao fillo do teu fillo,
¿por qué non lembras aos ventos
que sopraron fame e sangue,
dictadura, emigración,
e un panal desgarrado entre os teus dedos?
Malos tempos cercáronte.
Esparciches as tuas sementes.
E a hedra está cubríndote os muros.
É a vida,
son as vidas
que retornan.
Within your Womb
Within your womb
Stepmother,
I am reborn, I grow, I age,
fetal and vulnerable,
my smile jumping to the sun on the hill
into the mist under the sun
onto the hill over the ria.
With adolescent optimism
I do try to conquer you,
Grandmother Country,
without swords or crosses
-with just my persistence
and this daily predilection-
to recoup my history
(which will copulate with oblivion
and will make this attempt so vain).
Stepmother Spain,
I just try to rock and sway myself
within your new bag of waters,
and thus spray Galicia´s sweet land,
for my plants to sprout up,
although my branches develop
towards other suns.
Spain
You, who glare
at the immigrant,
You, who call “comebacker”
to your son´s kindred,
why do you forget the winds
which drew hunger and blood,
dictatorship, emigration,
and a honeycomb torn up between your fingers?Old times besieged you,
Your seeds scattered off
and ivy is now creeping onto your walls:
It is Life!
They are the lives
coming back,
coming back!
Puerto invernal
El crepúsculo gris ha extendido su sombra
sobre el paisaje blanco y angustioso de invierno.
La soledad profunda de la noche me envuelve
con su desolación transformada en silencio.Más allá de estas playas de mareas amargas
y hierros herrumbrosos y dolor de destierro
están las tierras mías preñadas de añoranzas,
con sabor de vendimias, de patios y recuerdos.En el muelle vacío siento morir las olas:
el ritmo acompasado de la arena y del tiempo.
Entre el hielo y la sal y las cadenas rotas
la vida se nos va como agua entre los dedos.A lo lejos se escucha una ronca bocina,
rompiendo en un lamento la neblina del puerto;
es un barco que parte hacia tierras remotas,
más allá de la línea del horizonte incierto.¡Qué deseos tan grandes de partir!...Sin embargo
en la noche distante y enemiga presiento
que es tarde para todo. Solo, quedo mirando
la soledad inhóspita que crece bajo en cielo.Toronto, 1975SantiagoSantiago en primavera
me recibió
lloviendo
con un tango
de otoño.Es difícil volver.
después de tanto
tiempo.Reconocí el aroma
de jazmín y rosales tras las verjas
de hierro,
como si hubiese sido
que ayer cerré la puerta.Recuperé el silencio
de las calles
heridas de nostalgias
y tantas cosas viejas.Fui volviendo
de a poco
en la copa del vino
y en la bruma
y en el atardecer de campanarios
y en el sabor del pan
y en el dolor de tantos
y en el canto
de gorriones, chincoles y organillos.Santiago, 1985ChileChile
fue para mí
siempre un amor difícil,
con la ansiedad profunda de la entrega imposible.Entre aristas filudas de cordillera y rocas
y vientos milenarios,
fue una estrella
inasible;
o un reguero de espuma en el abismo inmenso
y triste del océano.Más que un sueño fugaz, fue una desesperanza
de angustias cotidianas:
un recuerdo de aromas
que quizás
no existieron;
el encuentro furtivo
de lo no acontecido;
la palabra no dicha;
la canción no cantada;
la sed
interminable
y el llanto no vertido
de una pasión ardiente que quema desde adentro
y no encuentra palabras.fue un rojo volantín,
la nube en la montaña;
el otoño infinito;
la rosa deshojada;
el niño triste y solo y un poema inconcluso
que rima con la nada.Guelph, 1995RetornarI
El otoño de nuevo extiende su follaje
en la suave campiña, con sus neblinas tenues
y sus contornos vagos.El aire
tiene un dejo de vegetal fragancia:
frescor de madrugada
y aromas familiares.Volver,
como se vuelve
al terruño adoptivo:
la casa de ladrillo,
el frescor de la hierba,
la vertiente del agua,
el pan
de trigo blanco.II
Estación
de hojas secas
y vendimias;
la sutil sensación
de irse
alejando.Vieja alquimia
de savia adormecida
y de raíces.Humedad en el aire,
viento frío;
a veces un crepúsculo violeta
y un vuelo
de gorriones
peregrinos.III
Retornar en otoño,
recogiendo
puñados de hojarasca;
tras la reja
se vislumbra el jardín abandonado
y una huerta cubierta
de maleza.
La casa está
vacía.El viento
frío
barre los recuerdos.
Guelph, 1985ParísParís,
yo te recuerdo
con un dejo
de bruma.Jardín de Luxemburgo
a comienzos
de otoño:
castaños y una fuente
y un vuelo
de gorriones
y esa vaga nostalgia
de un viaje
sin retorno.Paris, 1982VolverNo se puede
volver
aunque uno quiera.Nada es ya
como fue;
todo ha cambiado.Las calles son ajenas;
la gente es otra gente.
Nosotros mismos
somos
quizás muy diferentes
de aquellos que hace tanto
deambulaban
con sueños y canciones en los labios.Sin que nos demos cuenta,
nos ha pasado
el tiempo
y ahora sólo somos
nuestro mismo
recuerdo.Toronto, 1986Regresar al índice
Dina Posada
San Salvador, El SalvadorLa incógnita
Sin patrimonio ni domicilio
descifro mi nombre
en el tropiezo de los mapasEl color de mi voz es un riesgo
y una espiral que me lanza
al suburbio de los proscritosNo consigo sanar mis distancias
y aunque quisiera coger
el timón del olvido
he de seguirbajo los puentes rotos
rescatando
adioses inserviblesúnica posesión de los vagamundos.
Haiku del exilio
Espacio tiempo
ni abierto ni cerrado.
Suelo en las olas.
Carmen Rodríguez
Chile
De Guerra Prolongada/Protracted War, 1992Idioma original
Sollozos de máquina
voces
afuera
en el mundoYo mastico un cierto dolor
Entre mis piernas
pedazos de carne
con uñas mugrientas
pujan hacia arriba
fantasías antiguas
ya paridas
ya abortadasYo mastico un cierto dolor
Uñas mugrientas
negro
brillantes
rojoYo desangro efímeras imágenes
estertores en coroMi lengua
inflada a la n potencia
revienta
un líquido espeso
ahoga el esfuerzo supremo
de articular
ar-ti-cu-lar
un sentidoLo he olvidado todo
Mi arma está muerta
el futuro no existe
Original Language
Machine sobbing
voices
outside
in the worldI chew over a certain pain
Old fantasies
already born
already aborted
strain upwards
between my legs
like flesh
with filthy fingernailsI chew over a certain pain
Filthy nails
black
shiny nails
redI bleed ephemeral images
death rattle in chorusMy tongue
swollen to the nth degree
bursts
a thick fluid
drowns the supreme attempt
to articulate
ar-ti-cu-late
a meaningI have forgotten all
My weapon is dead
the future does not exist
De Ellipse, 1997
Los zapatos
Qué sintió mi hermano esa noche profunda y vacía de agosto
cama de hospital
sondas agujas tubos invasión de orificiosQué sintió mi hermano
majestuosa ballena gris
varada playa solitaria
arena tibia invitadora
y el pulso del mar tan cerca inalcanzableVió el sol sintió el océano reventando
en su memoria
escuchó el pito del tren
recitó Antilhue Pishuinco Huellelhue
como lo hicimos tantas veces cuando niños
camino a Valdivia
los pies colgando del asiento de tercera
el piso tapizado de canastos y paquetes
árboles río vacas lluvia
viajando de vuelta
por la ventanilla
el hollín de la locomotora ennegreciéndonos los párpadosQué fuegos volviste a encender esa última madrugada de agosto, Nelson
el bofetón de tu torturador
la caricia de una amante
el quejido de una puerta al abrirse
la risa de Ceci entrando a brincosEscribiste la última línea de ese poema inconcluso
abandonado en tu mesa de trabajoBuscaste los zapatos
que se te cayeron
en la puerta de tu casa
cuando te subieron a la ambulanciaYo te los tengo, gordo
los guardé bolsa de papel café
armario a la entrada de mi casa
Qué voy a hacer con tus zapatos
ahora que te fuiste
The Shoes
What did my brother feel that deep hollow August night
hospital bed
needles tubes probes invasion of orificesWhat did my brother feel?
majestic grey whale
aground solitary beach
warm lethal sand
and the pulse of the sea so close unreachableDid he see the sun hear the ocean burst
in his memory
listen to the train whistle
recite Antilhue Pishuinco Huellelhue
the way we did so many times as children
on the way to Valdivia
feet hanging from the third class bench
floor carpeted with baskets and bundles
trees river cows rain
travelling back
through the window
steam engine soot blackening our eyelidsWhat fires did you rekindle that last August night, Nelson
a blow from your torturer
a lover's stroke
the whine of a door opening
Ceci's laughter bouncing into the roomDid you write the last line to that poem
abandoned on your working tableDid you look for the shoes
that slipped off your feet
at your door
as they got you in the ambulanceI have them, gordo
put them away brown paper bag
front hall closet my placeWhat am I going to do with your shoes
now that you have gone
Paria
Me marché
de la tierra colorada,
con un plumón de aves
en los ojos.Llegué
a un lugar desconocido.Miré en sus valles gigantescos
brotar el dulce choclo.Fui a comer el jarabe
de sus arces
sobre el hielo derretido.Recorrí sus calles
sus tiempos computarizados.No hubo sonido
para mi apellido
ni espacio
para la mujer-fuente
ni árbol
donde colgar
mi nombre: P-A-R-I-A.
Valle de choclos
Al partir dejamos un valle
de choclos
habitamos un tiempo
bandada de palomas
hablamos en lengua materna
leche vital
respiramos aire, aroma
éramos trigo, ala, fuego, río, hierba.Regresamos enhiestos
a una hondonada que se abre voraz en el desierto
la espina dorsal se quiebra
bajo el vuelo fugaz de las gaviotas
otras voces se mezclan
en el ritmo extraño que sale de la garganta
cuando la tos y la contaminación
ahogan el horizonte con gases, humo, frío.
Alejandro Saravia
Bolivia/CanadáVarias dudas en el Bulevar Saint-Laurent
¿Somos ahora de aquí?
¿Fuimos alguna vez de allá?
Esta nieve:
¿sale de nuestras bocas?
Teoría del movimiento
En el tren de Toronto a Montreal pienso en el movimiento. El carro avanza, incrustándose en la septentrional foresta. Agitada, intensa flecha que vuela estremeciendo la tierra bajo los durmientes, ellos que dicen que la distancia no existe, que es sólo un concepto, una invención del metal y la clepsidra.
Es de noche. El tren corre bañado en la savia negra de los bosques de invierno. Afuera imagino la nieve mirando la rauda serpiente de luz y estruendo. Sentado en el tren, con las palabras escabulléndose, cayendo sobre la página desde el hilo del carbón –el mismo que ha empujado las antiguas calderas de vapor y hierro-, pienso en tu distancia. Esa otra. Atravesada sólo por tus ojos, tu voz, tus manos recorriendo la distancia de la serpiente a la manzana. Pienso en esa otra inmigración. No la mía de estado de sitio, de celda con un colchón ensangrentado, de pasaporte urgente y un avión de medianoche y sin retorno. No, pienso en la tuya, la de quien inmigra sin saber que lo hace, sin atravesar fronteras ni tomar aviones; más que huyendo, buscando. Pienso en tu inmigración a mi voz, a mi lengua, a la tierra que duerme detrás de mis pupilas, a los Andes escondidos en la médula de mis huesos. Imagino los riesgos. Desde el uso del español, de sus palabras y sus constantes máscaras. Cuando me hablas con la conjugación exacta y sin embargo con el sentido opuesto. Pienso en las trampas de la imagen. Por el zócalo del sueño, por la imaginada tierra del otro, corre de trecho en trecho, escondiéndose a ratos tras los pilares de la duda el fantasma, el esperpento del latino que dicen que es amante. Magro pollo desplumado, tragicomedia del pequeño dictador sentimental. Pienso en lo que no se traduce, en lo que nunca se conocerá. El ritmo interno de la cueca a la distancia, la humedad en la mirada al contemplar una montaña, la raíz indígena mirando desde las costillas. Pienso en lo que pierdes y lo que ganas en estos ejercicios del corazón: pierdes la estabilidad de los signos del amor, de lo que crece bajo el techo seguro de una lengua compartida. Pienso en lo opuesto, en el nuevo lenguaje de las manos en las bocas, de las lenguas que poco a poco se combaten, se intuyen y se acercan. Pienso en lo que se destila de mi alma a la tuya, en silencio, mientras dormimos lado a lado, mano en la mano. Pienso en lo que respiro, canto, digo, como, lloro y amo y cómo, poco a poco, comienzas a habitar los mismos gustos y cómo tu lengua, tus palabras, son ahora pájaros anidando en mi boca. Pienso en las historias que te cuento antes de dormirnos, en ese manso torrente de palabras que surgen cuando apagas la luz mientras tus senos besan tibios cada una de mis emigrantes costillas. Siento cómo tu voz, tus manos hacen sus maletas y cruzan hacia el lado oscuro de mis pupilas, hacia aquella mirada volcada tiempo adentro, esa otra tierra que desde mi boca te llama y te seduce. Quizá no lo sepas pero tú también eres una inmigrante desde el instante en que volcaste en mí el aluvión de tus brazos. Será que juntos vamos hacia otra tierra, a sembrar nuestras semillas. Una noche me doy cuenta que no hay nostalgia, que no hay saudade por el lugar que me falta. Una noche me doy cuenta que la tierra más fértil, la más amorosa, me espera en tu vientre. Una noche me doy cuenta que todo lo que necesito para atravesar todas las noches y todos los días es tu rostro, tu voz y el afecto de tus manos. Ahora nada me falta.
Elsie Surena
Haití/Estados UnidosPor nuestro ayer
Desde el peso de la espuma
desde la nostalgia del viento
desde el temblor del verano
desde el canto de la memoria
desde la espera del riachuelo
desde el sueño de la luciérnaga
desde la plenitud del silencio
desde el remordimiento de la lluvia
desde la urgencia del beso
vengo, ante las amenazas del olvido,
con la boca como flor de alegría
con los ojos como fanales de esperanza
con las manos como aves de ternura
con el corazón como joyero de caricias
a decirte que, a pesar o tal vez a causa
del dolor de la caída de las hojas,
todavía te sigo recordando.
Sangre en el Paraná
Detrás de la mirada
Encendidos ríos capilares
se ahogan en marañas
de otros ríos
Henchidos del flujo
que vibra acompasado
en su oscuro cauce
y cae
Rasgando
con uña de acero
las fibras de la herida
ya muda
Viva
Viva
Viva
Aquí en la ruina
“Because we have known so well this fate of ours
Wandering among broken stones…
Digging in ruined buildings…”
(G. Seferis)
La escalera gris y trunca divide el cuadrado inferior
en dos figuras angulares.
Una es la huella, la otra su fantasma.
Y como si flotara bajo ella, retratada en la sombra, distante,
la apertura,
el ojo mismo del túnel queriendo duplicar el día.Hay que cruzar y descansar la mirada en esa imagen.
Esa es la ilusión, actuar como si hubiera una certeza
en ese fulgor que la casualidad pudo capturar en un segundo,
como si el orden proyectado pudiera repetirse
en el espacio que sostienen las palabras.Quizás un secreto persiste entre esas líneas,
columnas en cruz de la fábrica;
quizás un milagro en el acto que la máquina señala,
extraño al dolor y a la devastación del cuerpo y de las cosas.El secreto de un gesto congelado, arrebatado de su tiempo.
En la máquina quizás lo precario al fin, de pronto, aquí,
y en este tiempo sustentado.¿Era ése el arte?
¿Enlazar las cosas repartidas, hacerse el mapa en la pantalla
y en ella el espacio cobrara sentido sin perder la fluidez?¿O acaso el arte fuera el territorio
que nos separa de aquello que buscamos,
y al pasar, ya rotas las fronteras,
el tránsito otra vez, la búsqueda?Te engañas si piensas certidumbres,
me dijo,
hay algo incierto aquí,
algo siniestro en la raíz de la armonía.
Verás la luz de la fábrica, pero no será tu casa,
será la tumba que olvidaron,
será el orden retratado y bajo suyo el caos.Entonces, cruza esta ruta a lo posible,
camina hasta perderte en ese hueco,
sostén la idea del tránsito entre espacios
como la idea de mundos que confluyen,
busca en los escombros
las señas que un día te negaron.
En el mapa marcaron un camino,
pero no daba contigo.
Francisco Javier Ucán-Marín
México/CanadáRayos X
Declaración I
De nuevo llegamos,
desnudos, abrigados
¿Olvidados?
Todos en el mismo Puerto,
por distintas puertas.¿Huyendo?
¿Escondiéndonos de nuestras sombras?
Amamos esa melancolía de sabores,
Olores.Reclamamos nuestra la historia,
que nos aprieta las sienes y nos obliga
a cocinar
nuestras penas…Hay alegrías pequeñas que dejamos salir,
en suspiros,
en sueños,
en canciones,
en libros.De nuevo llegamos al mismo punto,
donde nos hemos vuelto,
andantes del norte.Errantes…
imaginando bandera,
en poemas.
Declaración Mía
(Mea culpa II)
Yo no llegué huyendo,
llegué curioso.
Como armadillo en otoño,
… y removiendo hojas secas
buscando en mi sombra
retazos de mi mismo.Encontré…
un corazón germinando,
muy tuyo,
muy mío.¿Amor entre hojas de maple?
¡Smooth exilio!Declaración III
Hermanos…
No salgan de noche.El cancerbero pregunta:
¿Papeles?
Los educados a la derecha,
los menos a la izquierda.
Formen sus partidos,
a línea de forja completa.El cancerbero afirma:
Amanezcan entre murmullos
Su castigo es lejanía, pena.
No más serenatas.
-Trabajo, sólo trabajo pa’l desarrollo.
No más fiestas.
-Emigraron pasivas mis quimeras.Y fluirán de sus pies cactus
(Echinocactus horizonthalonius)
pero no duelen,
ni andar sueñan.
Hermanos…
No crucen de noche la frontera.
Autoexilio
Ahora que ya no soy mas lo que antes fuera
aquel árbol sin frutos florecido dando sombras,
ya no soy paloma herida que al partir se ha ido
sin ahorrarse campanas en la espera.Soy apenas la otra, aquella que en sus manos trémulas
solo busca magnolias donde espaciar heridas.Cuentan los vientos que en las noches cálidas
aun cruzan a las islas de enfrente mis fantasmas,
que por el río bajan camalotes con pumas en sus cimas
y que las pirañas juegan con las ubres de las vacas en el agua clara
mientras imagino a Rosario en lontananza.
Pero en el fondo escondido de mis tristes memorias
solo veo a un gigante rudo y torpe que me mata.
Si, no estoy loca.
Soy apenas la Otra.
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