María
Fernanda Arentsen_(Argentina-Canadá)._"Pablito"
El silencio
Roto por un
beso
Dio a luz
otro silencio
Primero, incomprensible.
Luego, imprescindible.
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Pablito
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Él
me hizo conocer
que el mundo
y las cosas no tenían que ser
inevitablemente
necesariamente
de determinada
forma
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que el universo
se manifiesta en intensidades
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Que la vida
es
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SIMPLEMENTE
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sin explicaciones
ni grafías predeterminadas
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Me enseñó
que el amor no tiene límites, que un abrazo siempre puede ser una
respuesta. Él sabe exactamente la medida de “poner la otra mejilla”
sin que nadie tuviera que explicarle que esa puede ser una alternativa.
Él me mostró, con su manera tan pragmática de vivir
el Amor, que uno puede morir de amor, sin que esto sea una metáfora
o una declaración.
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Durante los
días primordiales de mi niñez tenía el convencimiento
de que unos extraterrestres muy evolucionados lo habían dejado a
cargo de una delicadísima misión: medir el amor del que eran
capaces los seres que lo rodeaban. Él también era un extraterrestre
que, para poder llevar a cabo semejante misión había ido
sometido a un intenso entrenamiento. Sólo de esta manera podría
sobrevivir en las condiciones adversas de nuestro planeta y de nuestra
humanidad. A veces me sorprendo preguntándome si mis convicciones
de niña no serían en realidad una suerte de intuición.
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Pablito es
sencillamente
intensamente
Amor.
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Pablito es
mi hermano. Tiene 37 años y una edad mental de 3 que desde hace
una eternidad no cambia. Pablito “padece” de síndrome de Dawn. Es
el ser más tierno y noble que uno se pueda imaginar … dentro de
los límites de esta imaginación tan poco afortunada que tenemos
los seres “humanos”, “normales”.
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