Chevick Giraldo (Colombia-EE UU)
Libertad _
Los vientos ayer dijeron que el mundo había cambiado, que había nuevos soles y nuevas lunas.
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Hoy me asomé por las rendijas del presente y esas mismas lunas y esos soles estaban llorando. El río estaba seco y los árboles sus raíces flotaban en el aire.
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La lluvia se había perdido en los áridos pastos y las piedras se habían convertido en harinas secas.
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De las casas viejas humos negros salían de las chimeneas, y de la tierra brotaban gritos de dolor que armaban puentes donde caminaban otros dolores.
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Las calles abarrotadas de lodo, los niños flotando en el aire despedían la tierra.
El cielo tenía el color de la sangre y de él caían golondrinas con sus alas rotas.
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De la tierra reventaron voces que se prendieron de otras voces, de las hierbas secas ruidos sordos de un tiempo que no era nuestros tiempos.
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Más allá de mi ventana vi caer fuego, y sobre la tierra morir  hombres y mujeres que gritaban de rodillas ¡libertad, libertad, libertad!
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Los vientos de ayer se equivocaron, los vientos de paz los fusilaron los amigos de la guerra.
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