Me da mucha pena
el pasaje de nuestra maestra
Marta Zabaleta, que se mantuvo
de pie frente a los poderes
violentos de los gobiernos
dictatoriales. Pagó con la
prisión y el exilio ese gran
atrevimiento y la sed de
libertad de todo tipo para
nuestros pueblos.
Su contribución a
la hermandad de los seres humanos
y sororidad entre las mujeres dio
muchos frutos literarios y de
crítica sociopolítica que nos
quedan por descubrir.
Su presencia
ejemplar y obrar histórico
perviven en nosotras-os. Su luz
esperanzadora continuará a brillar
en las próximas generaciones en
Canadá, Inglaterra, Argentina,
Chile y por donde dejó sus huellas
palpables de amistad entrañable.
El intercambio
estético entre Marta y Nela Rio es
una muestra importante de los
lazos afectivos entre dos personas
que acercan también a los países
por donde circulan las ideas y los
proyectos de mejora
intercontinental.
Nos permitimos
despedirnos de Marta Zabaleta
dando nuestro sentido pésame a su
hija Yanina y familiares. Ella
cumplió su misión con entereza y
ética. Ahora descansa al lado de
sus seres amados y de Nela Rio,
con quien tanto dialogó del buen
vivir y del arte de la
resistencia.
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