Afortunadamente crecí rodeado de mujeres resilientes en mi familia, mujeres que han sabido enfrentar la adversidad y el sufrimiento de manera estoica y que de alguna forma le han torcido la mano al destino, por eso no fue raro encontrar en la figura de Martita esas características que la hicieron familiar para mí... Cuando la conocí por primera vez, allí estaba ella no como me la había imaginado físicamente, pero si veía a una mujer de carácter fuerte que de forma parsimoniosa transmitía sabiduría, de pronto brotaron en mi un cúmulo de pensamientos e inmediatamente quise bombardearla a preguntas, quería saber del “flaco” mi tío Arturo detenido desaparecido y que fue alumno de ella en la Universidad de Concepción cuando él estudiaba Ingeniería Comercial, pero la verdad no fui capaz, en cambio la observé y dejé que compartiera con mi madre y tías, después de un rato ella se marchó y yo quedé acongojado y reprochándome el por qué no fui un patudo y no pregunté no más, luego me consolaba en que no quise apropiarme del momento... con el tiempo y gracias a la tecnología, hemos mantenido un lazo estrecho, por supuesto que hice mis preguntas y me llegó la verdad sin tapujos... sí, así es ella hablando con honestidad y franqueza, gracias Martita por su coraje, por poner los derechos de las mujeres en el lugar que se merecen, por denunciar y ser voz de los y las sin voz, gracias por no olvidar al "flaco", gracias por la genuina amistad y claro que sus palabras tienen relevancia y mucho sentido en las almas que dichosamente se han cruzado en su camino...

 

Con sincero cariño,

 

Renato

César Negrete

Romería, 06-09-11

Homenaje a las víctimas Cementerio de Tomé

 

Valió la pena llegar tan lejos en mi vida, como para poder escuchar hoy la voz del sobrino de uno de mis ex alumnos chilenos más lúcidos, honestos y jugados. Me refiero al tomecino César Arturo Negrete Peña, persona ejemplar si las hay, a quien las fuerzas de la dictadura de Pinochet le arrebataron la vida con extrema crueldad y saña en plena juventud, a los 25 años… A este sincero y descarnado escrito de Renato, no le hallo otra respuesta que esbozar una sonrisa y una lágrima por César, el flaco, por sus hermanas, por vos, Renato; por sus muchas/os amigas/os, por sus compañeras y compañeros del MIR. Y aquí en mi corazón, siempre estarás PRESENTE, mi querido César Negrete.

 

Me permito agregar fotos que aquilato como tesoros,  de tu tío,   de su tumba simbólica en el Cementerio de Tomé,  que tomé cuando volví allí por primera y lo que sería por última vez en 2004, y  de una romería  que me mandaste hace unos años.  Te abrazo y agradezco, amigo mío.

 

Marta, desde el exilio más allá del mar