XIV EXPOSICIÓN MURAL Y VIRTUAL DE POESÍA Y ARTE

EN HOMENAJE A LAS MUJERES INDÍGENAS ASESINADAS O DESAPARECIDAS
_
Congreso de la ACH
30 de mayo-1 de junio de 2018

 

  

Jessica Sánchez  (Honduras)

No me digan

No me digan exagerada feminista o furibunda radical, cuando leo que una niña de 19 meses fue violada y encontrada en la basura. Cuando imagino el dolor de esa niña; sus gritos sin respuesta; su inagotable capacidad de supervivencia.

 

No me digan exagerada cuando exija a gritos que encuentren a su violador y le den cárcel de por vida en un país que trata a sus niñas como seres desechables. Un país donde hombres apañan a otros hombres y hay mujeres que creen que usar escote es violencia hacia ellas porque “provocan” a sus parejas. Donde los fundamentalismos religiosos aprueban y justifican estas violencias: cállese; obedezca; usted lo provocó. Donde tipos toman fotos a sus sobrinas de menos de 5 años y publican cómo las van a violar, porque no se pueden “contener”. No me digan exagerada cuando invoque un conjuro que los deje impotentes. Es más: deberíamos sumarnos todas a ese conjuro, porque no, no son enfermos; son hijos sanos del patriarcado.

 

No me crean exagerada al leer en la noticia que la niña era cuidada por otra niña y con una madre ausente. Del padre, del violador o violadores no se dice nada. Solo existe el hecho, en tercera persona, como bajado del cielo. Los omniscientes del Patriarcado, nadie los nombra pero se sabe que ellos son. Eso y saber que nosotras tenemos la culpa de lo que nos pasa; total, no nos cuidamos, total, para qué traemos más mujeres al mundo.

 

Se nombra la violación como un hecho fortuito, como quebrarse el pie o la clavícula. Pues no es así. Son hombres quienes planifican y ejecutan una violación para luego decidir si la víctima, en caso que sobreviva, merece vivir o por lo menos merece ser dejada en la basura. Tan pequeñitos, se creen dioses jugando a la vida y la muerte, pero no cuentan como en Ixquic en Xibalbá con nuestra capacidad de pervivencia y trascendencia. Donde una cae, aparecen más como la cabeza de la Hidra. Porque legamos nuestra rabia, nuestra impotencia, pero también nuestras rebeldías.


No me digan exagerada por insistir una y otra vez sobre lo mismo hasta el cansancio: Toda insatisfacción masculina se paga con el cuerpo y la vida de las mujeres, eso no lo digo yo, lo dicen las cifras que reportan más de 100 muertes violentas de mujeres del 1 de enero al 8 de marzo de 2018 (sin contar las morgues móviles), expresó la Directora de Medicina Forense.

 

No me digan exagerada por exigir justicia en un país que no la da. Entonces toca seguir gritando hasta que se escuche, en un grito continuado que abarque tiempos y espacios indefinidos; generaciones.

 

No exagero al decir que sobrevivimos en un país donde existe una guerra contra las mujeres capitaneado por hombres de cualquier tipo y extracción social. Un país donde nos toca levantarnos y encontrar formas de defender a nosotras y a las otras; porque ya no queremos ser las víctimas de no sé qué ritual propiciatorio patriarcal. Me niego a ser carne de cañón.

 

Deberíamos negarnos todas.

 

No me digan exagerada cuando diga que soy bruja; a mucha honra y convoco a todas y cada una a irnos de cacería...

 

#exagerada
#sentidosalterados
#caceriadevioladores

 
  
 
 

Copyright © 2018  Jessica SánchezTodos los derechos reservados
Diseño web - Copyright © 2005-2018  Asociación Canadiense de Hispanistas.  Todos los derechos reservados
Página puesta al día por  José Antonio Giménez Micó   el 1 de junio de 2018
 
 
 
  
Los derechos de los trabajos publicados en este sitio corresponden a  sus respectivas autoras  y son publicados aquí con su consentimiento. A su vez, estos trabajos reflejan, única y exclusivamente,  las opiniones de sus autoras
Se prohíbe la reproducción múltiple sin previa autorización