Santa María la
Blanca de Valdivia,
donde el río Calle
Calle guarda tus recuerdos niños,
manto ribereño de
blancas flores
devuelven su color a
los nevados en el
vuelo de los cóndores.
Ciudad de la cerveza
con olor a alerces
de tallos rectos y
gris profundo
tan profundo tu sentir,
tu nostalgia, tu tristeza.
Llave del Mar
del Sur,
aguas que se adentran
y el oleaje te lleva
hasta Vancouver
el sempiterno abrazo
con aroma a costanera.
La Perla del
Sur de Chile
vivo colorido de
indígenas mapuche...
una lenta serenidad
acompaña al puerto
en tanto el Péndulo
de Foucault
marca sin afán tus
minutos, tus segundos
y
tus horas se duermen en el atardecer.
