La geometría del vuelo no halla aire
para extender las plumas.
El agua cae abruptamente
como cascada de pesadillas.
El fuego irrumpe en la partitura de la
vida.
Un manto de gemidos invoca la muerte.
Atde el pentagtama ante la aridez de la
música.
La nada gira como torbellino en la danza macabra.
Escuálidos descansan los siglos.
En la agonía de la casa se avizora el infierno.
Ahora la agilidad la ostentan las sombras.
Sobre el tejado
un ángel decepcionado
lanza el sonido de la trompeta.