Lady Rojas Benavente
(Perú-Canadá) Amo a
mis dos Madres terrenas
"En medio de cada crisis hay una gran
oportunidad"
Albert Einstein
Mi madre Celia humanamente hermosa engendró
joven a ocho hijos con tierno amor
cubándonos nueve meses en su vientre desde
mediados del siglo de la mujer
Mi madre tierra, vieja
estrella, hace seis millones de años dio a luz a monos
y sus descendientes humanos de erectos se
transformaron en sapiens
Mi madre Celia aprendió el
canto de los pájaros y su plegaria se elevaba directo
al cielo rogando protección divina, salud,
lluvia, sol, trigo y buenas energías para su tribu
Mi madre tierra nos provee a sus millones de hijos
humanoides
ricos e innumerables pescados en ríos, mares y
lagos en todo el planeta azul
sus bosques desbordan de árboles y oxígeno,
animales con carne y piel vigorosas
plantas medicinales que curan nuestras
deficiencias y enfermedades
Mi madre Celia cultivó su jardín con árboles frutales,
el palto fue su preferido,
y su huerta con frescos vegetales verdes y
hortalizas curativas
Nos alimentó diariamente, el cuerpo y la mente,
el espíritu y los afectos
Mi madre tierra se pone hermosa en primavera y
coquetea en verano
colorea sus hojas bermejas en otoño y duerme con
su felpudo blanco de nieve invernal
Mi madre Celia cocinaba y cosía con gracia, se movía
entre el fuego, las ollas,
las vestimentas y las agujas, tendía ropa y la
planchaba con carbón
pintaba los muros blancos de la casa familiar,
limpiaba todos los rincones
y perfumaba las mesas con ramilletes de malva de
olor
Mi madre tierra se adorna de cataratas limpias que se
deslizan sensuales
bailando desde los cerros hasta las orillas de
nuestros desvelos
En el cielo los arcoíris surgen esplendorosos
después de las crueles tempestades
y los crepúsculos cobrizos nos estremecen de
encanto preparándonos a soñar
Mi madre Celia recibía en su cálido hogar a comensales
familiares y amistades
Cada uno buscaba su sonrisa, su abrazo, su
compasión, su complicidad, su alegría de vivir
Mi madre Celia se convirtió en la enfermera de su
esposo, nuestro padre asmático
de sus hijos y nietos alérgicos que de niños o
adultos sufrían de ahogos pulmonares
ayudó a aliviar el mal de su hermana
tuberculosa, la veló y despidió con llanto en su fosa
Mi madre tierra abrió grandes sus surcos y acogió en
su seno
a nuestro padre centenario después de la Navidad
de un nuevo siglo mortífero
Mi madre Celia, su compañera fiel lo acompañó al
descenso de su tumba y se quiso ir con él
Mi madre tierra le dijo: "no es tu hora hija, sé
paciente todavía, él te espera..."
Mi madre Celia viuda reposa en la madre florida
de un viernes santo primaveral y lluvioso
Mi madre tierra es nuestro
único refugio cuando nos atacan a los vivientes
los virus de lainfluenza, SARS, H1N1, H2N2,
Ébola, SIDA, o el Covid-19
destruyen el sistema respiratorio e inmunológico
de sus víctimas jóvenes y/o ancianas
Un dolor terrible me rompe el
pecho me quita el sueño me desespera me paraliza ¡Qué
espanto el desfile de vidas segadas por la hoz letal
del veneno que les priva del aire... tantos cuerpos
calcinados... tantos familiares en duelo... mientras
la serpiente se desliza feroz abriendo sus fauces
entre los humanos! Yo huérfana sobreviviente amo más a
mi madre tierra, que sea mi único manto, mi último
nicho, nuestra corona postrera, nuestra nana tierna,
nuestra mortaja que cubra todas las heridas, nuestro
himno al bien terrestre mortal bien amado, nuestro
grito de piedad al bien divino… AMÉN