ISABEL DÍEZ SERRANO
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Poemas
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LA MÁSCARA
La vida pensé quitarme
para ver si me cambiaba
y una Voz me dijo: -¡Tente!
¡Tente mujer, tente, aguarda,
no es la vida lo que debes
quitarte, sino la máscara!
de: El último espejo, 1987
Mención de Honor Prometeo de Poesía
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PORQUE NADIE REGRESA DE LA MUERTE
y permanece siendo el mismo hombre.
Porque cuando partí
con mis venas cargadas de heroísmo,
sin más nota
que el llanto por la espalda,
sin más sayo
que el rígido silencio,
en esa soledad que es estandarte
de eternidad,
pude abrir el recuerdo
con signos ancestrales
y aprender en la piel del Universo
que soy viejo en lucir ciudadanía,
que otras veces
llegué a encarnar poemas
creciendo mi voz hasta los huesos
con cuestiones
que ahora se hacen respuesta.
Hombre,
sombra,
escultura
________________tallada
al compás de la muerte repetible y
austera.
de: En el principio de la carne,
1988
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YACE MI ESCARCHA EN ESTE FRÍO SUELO,
este tapiz sin lunas.
Mi arcilla se deshace
y se agrietan mis muros.
Necesito en la noche ensoñación.
Tan grande el Universo.
Tan grande...
Cuán larga la distancia
para esta flor de un día,
la historia del ayer y la memoria,
haber odiado porque se ha querido
más allá de los rezos.
Necesita mi alma nuevas fuentes,
caricias renovadas
para aliviar esta primera arruga
y esa piel de locura
que envuelve mi pasado.
Tan grande el Universo.
Tan grande...
Necesito el aliento de los astros
la luz de su mirada,
mis ventanas abiertas a la noche,
poder gritar al viento
que amo, soy amada y embriagarme
de fe, de infinito y de palabras
y el hombre como un dios
y Dios, sea Hombre.
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de: De mis noches con Juan,
1991
Premio Sánchez Brun
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RÍO, ROCA, ARENA
Soy Acuario, Soy aire.
Aunque a veces soy río, roca, arena y
hasta fuego
y también llevé la nieve en mi
costado,
esa sábana blanca por los días
torcidos.
En el aire me expando. La libertad
me abraza
y a todo el que me sigue grito mi
independencia.
Hoy veo huir las horas cual si
soplara el viento
y el aire que respiro canta mi
autonomía.
Es igual que asomarse al viejo
espejo
donde mi muerte fue
y una mujer nacía mientras volaban
huellas
-las huellas siempre vuelan cuando
se agita el aire-
y es aire el que renueva todo tiempo
pasado,
todo crimen, secreto, el humo
estremecido.
-Todo es cuestión de tiempo,- me
dijisteis
y yo dije: -y de aire,
ya que la muerte es algo palpable y
se olfatea
en este hospital blanco donde llama
la nieve,
y los cristales gritan porque los
toca el aire
limpio como una hostia que levanta
la noche
despertando, conciencias aún
dormidas;
aunque se sienta frío, el frío del
que nace
en esta encrucijada o laberinto
que a todos nos encierra pues que
somos sus presos
y los árboles se cansan de mentir.
Pero ah, soy Acuario
y me siento hecha de aire, de sol,
de luna nueva.
El cielo es mi refugio
porque subo y desciendo y siempre
permanece
y se alquilan balcones para mirar al
mundo.
No me dejo engañar, el aire que me
lleva
y trasciende mi pecho, no es solo
imaginario,
con los ojos abiertos, veo altura,
colores
girando sin cesar
y las sendas se abren y móviles, se
crecen
alcanzan precipicios que no llegan a
infiernos,
ya que infierno está dentro y
dentro, paraíso.
Ah sí, yo soy aire y lo grito
y lo llevo en la sangre aunque les
duela a todos
y me siento cernícalo con las plumas
abiertas
y llevo en mis cabellos el viento
que los mece,
la sal entre mis palmas que me
devuelve el mar,
la canción que por dentro, tarareo y
no acaba...
de: Y el sueño se hizo voz,
1994
finalista: Buen Retiro de Madrid
Y SOY OTRA
Esta tarde serena
iluminada claridad que Marzo nos
revierte
me trae a la memoria mi soledad de
antaño
y aún me cuesta creer que fuese algo
tan mío
tan sustancial y mío.
porque el hombre está solo, sólo
cuando se ahoga
y no encuentra asidero y la muerte no
llega.
Así pasaron días de pájaros
sufriendo
y la tristeza amarga que lágrimas
acuna.
Ahora es sólo un recuerdo que arropo
entre mis brazos
y en mi dulce vigilia descansa la
locura
y sé que no es tan tarde para quemar
las huellas
o dejarlas sonriendo porque ya se
han llenado
de la arena y la cal que el tiempo
modifica.
Y soy otra.
No lo dudéis, miradme
¿no veis que mis pedazos han
resistido al fuego
y mis ojos denuncian
que estoy acompañada porque el Amor
me habita?
de: Marcada
por tres fuegos, 1996
Trofeo Reina Amalia
ME SIENTO PRIMAVERA. EL CORAZÓN AÚLLA.
Qué bien se está en mi casa.
Así los dos, mi casa que es tu casa
y recorremos juntos
los libros que aún amamos.
Silencio...
Sólo
el ti-tac lo sabe.
Es una tarde larga, verde
de tulipanes rojos, amarillos,
--míralos allá abajo,
mira que raro es verse triste en
esta tarde
con las puertas abiertas
Señor de la alegría,
sentados a la mesa
con cal entre las uñas
y el dolor, tan despacio...—
Es la hora del trigo y zumban las
abejas
y la hiel de mi vida se dulcifica
ahora.
Debo cantarlo, debo
decirlo a alguien:
Hoy estoy primavera, y nos crecen
las ramas.
Qué delicioso sueño.
de: Las
horas detenidas, 1998
Accésit Fernando Rielo
ME CUESTA MÁS QUE NUNCA
mirar tu cuerpo, regio,
tan invisible y mudo.
¡Cómo cambia tu rostro!
--niebla de incertidumbre—
Contemplo las paredes
sencillamente, absorta
deshilachando la mirada
indecisa, para no recorrerte.
Me dueles tanto...
Y la muerte rondando en el pasillo
como niña que juega.
Y
nadie la delata
y nadie la entretiene y,
decidida
se asoma tras la puerta.
Tú te estás preparando, lo sé, me lo
dice tu gesto.
Tú ya has visto su rostro y sabes
¿Qué estás sintiendo, madre? dime
¿qué piensas?
¿El cielo se derrumba o se te abre?
Mira como se abre... Mírate
trascender.
¡Qué alta la frecuencia! Estoy
sintiendo vuelos
en mi oído derecho:
-¡Salve Reina!
Recógela en tus brazos sonorosos.
No puede caminar--
de: Réquiem
por una madre, 2000
I libro: Tu luz en los
vitrales
UN DÍA OÍ TU VOZ QUE HOY ES SILENCIO.
Me acarició tu fuego, que hoy ceniza,
nos vibraba la vida en su alboroto
y hoy yaces, yaces tú, que yo me
enfrento
con las piedras hollándome el costado
y me siento a esperar la primavera
encendiendo bengalas a la noche.
Hoy te vistes de mármol bajo frágil
arena.
Sobre el rescoldo tibio que fortalece
el árbol
se prodigan palomas en lo alto del
muro.
Mas ya no están tus manos,
ese clamor de estrellas ¿dónde, dónde?
Quién oyó el torbellino
de tu voz acercándose.
Esa febril tormenta
de encendidas palabras abrasando
en mi oído. Dónde, dónde se oculta.
Dónde esta sed de altura que nos
ciega.
Tu luz, es una antorcha entre
cipreses,
tierno umbral del silencio.
Un libro entre mis manos.
de: Réquiem
por una madre, 2000
II libro: Debajo del ciprés
TE NOS FUISTE DE LUZ Y DE AGONÍA
_________a Federico García Lorca
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En medio de tu pecho, cruel lamento
Federico García, piel morena,
corazón de puñal, cálida arena
que pagó a nuestra España con su
aliento.
Fue tu voz, Federico, y fue tu
acento
un trueno en el rocío, ronca vena
sin tiempo de morirte y fue la pena
la que gritó tus versos en el
viento.
Te nos fuiste de luz y de agonía
mendigo de tu infancia y tu destino,
herido en el costado tristemente.
Corazón de tormenta y poesía,
dejaste honda tu huella en el
camino.
Hoy, lloramos tu sangre
efervescente.
de: Testigos
del amor y la locura, 2002
ESAS PALABRAS TUYAS TAN MORDIDAS, se
quedaron adentro de los labios ¿qué me
quieres tristeza? Son pálidos tus ojos y tu voz ya
fue muerta; encadenado, resbalaban tus manos y
gritaban tus brazos. Yo besaba tu frente, tus
mejillas –oh dolorido pecho-- --pajarillo sin
alas--, tu página se vuelca, amarillece, se
emborrona la letra en tu mirada ya casi
clandestina, niebla gris. Ella te ha penetrado
decidida, no se solidariza con nosotros, te ha
socavado, increíblemente astuta y va echando
raíces en tus huesos, tus carnes maceradas por el
lecho en que ya te postró, burlándose de todos,
haciéndonos creer que aún eras tan nuestro, pero
no, no estaba tan claro que la resistirías, su
envite era ya fuerte, triunfalista.
Tu mendigar espacio, tiempo palpable,
tan humilde y a ciegas, fue como gota de agua
dentro del Universo. Tu abismo sin fronteras se
presentaba y tan dañino, tan fatigosamente
hermanado al más allá.
Y contemplarte era, un cuchillo
lacerando el fuego del corazón, que ya nos
abrasaba.
de: Redoble
de campanas, 2005
YA LA TIERRA ESTÁ QUIETA,
los jardines vacíos.
Ya se encienden las luces a las seis
de la tarde.
He guardado la ropa veraniega,
la he cambiado por un tono más gris.
Pero mi ánimo es nuevo una vez más,
mi ánimo se impone a la llovizna,
calles desalojadas
después de los excesos del verano.
Ahora, a las ventanas se asoma una
caricia,
el vaho del café,
olor a chocolate y pan tostado.
Trae. Dame la guitarra
que quiero poner notas a mis versos
para darles calor y compañía.
Mi soledad no es sola. Si alguien abre
en este instante la puerta de mi casa
verá que le di muerte a la tristeza
hace ya muchos años
o tal vez siga
durmiendo en aquel parque
haciéndole de estatua a las palomas.
de: Del
tiempo y sus ocasos, 2005
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