_MARTA
DE ARÉVALO
_
Comentarios
críticos sobre
Antología
de
la poesía cósmica de Marta de Arévalo.
México:
Frente de Afirmación Hispanista A.C. 258
páginas, 207 poemas
que corresponden a 35 libros (19 editados y 16
inéditos)
_
Hugo
Acevedo. Diario La República,
Montevideo, Uruguay, 18 de
mayo de 2003. LIBROS- Segunda Sección, p. 31.
_
La poetisa
uruguaya Marta de Arévalo ha desarrollado una
profusa y fecunda
obra a lo largo de varias décadas, incursionado en
diversas temáticas
que la han situado como una de las más versátiles
y creativas
de la literatura uruguaya contemporánea.
Entre sus obras anteriores,
cabe destacar: ”Avisos Varios” (1982), “El arte de
guisar amores” (1993),
“El poeta y la noche” (1994) y “La luz en que
vivo” (2000), obra que le
hizo acreedora al prestigioso premio Gabriela
Mistral.
_
La poesía
de Marta de Arévalo suele explorar temas para ella
muy entrañables,
como el amor romántico, el erotismo, la búsqueda
mística
de lo divino, la magia que se esconde detrás
de cada apariencia,
la ausencia como desgarro, ruptura, pero también
como poderosos
motor poético, la incesante travesía en busca de
la verdad
o el fin último de la existencia, búsquedas
angustiantes
pero absolutamente insoslayables para la autora.
_
En esta antología,
prologada y preparada por Fredo Arias de la Canal,
se reúne y analiza
principalmente la producción de la escritora
compatriota dedicada
específicamente a lo cósmico y construida en clave
mística.
_
La introducción
del analista literario resulta claramente
ilustrativa en torno al contenido
de este trabajo, en la medida que aporta diversos
elementos de reflexión
que coadyuvan a indagar con mayor claridad en la
rica y por momentos recóndita
poesía que Marta de Arévalo a
desplegado en el
decurso de su prolongada carrera artística.
El incesante
viaje interior de la autora se ve manifiestamente
reflejado en estas obras
cuidadosamente seleccionadas por Fredo Arias de la
Canal, quien nos conduce
a través de los territorios poéticos más
entrañables
de Marta de Arévalo.
_
Esta edición
incluye, además, algunas palabras clave para
facilitar la comprensión
y estudio de los poemas que componen esta
antología. Este recurso
resulta ciertamente fundamental para decodificar
los lenguajes creativos
de esta prolífica poetisa.
_
_
_
Norma
Suiffet (ensayista y profesora uruguaya).
Discurso en la Presentación
de la Antología Cósmica de Marta de Arévalo.
Acto realizado el Ateneo de Montevideo, 8
de agosto de 2003
_
Fredo Arias
de la Canal es un psicólogo y
ensayista, que aplica
un método analítico a la poesía lírica y con
ello difunde, desde un punto de vista muy personal
y profundo, aspectos
de autores universales y contemporáneos: ya sean
Dante o Shakespeare,
ya sean poetas que conviven con nosotros en países
de habla hispana.
Es así como sus antologías cósmicas nos mostraron
algunos poetas que no conocíamos y otros que
estimábamos
ya, con un ángulo de enfoque diferente al
habitual. Revela
aspectos que el propio poeta no fue consciente
cuando creó su obra.
Y esta es una labor única que debe ser valorada en
toda su dimensión.
_
Ahora es Marta
de Arévalo quien recibe este estudio excepcional,
que permite al
lector captar aspectos ocultos en la génesis
íntima de su
lírica.
_
Penetremos,
pues, en este mundo poético alucinante.
Estamos frente a una
obra muy rica en elementos líricos y en
temas diversos, que
abarca los dramas ontológicos del hombre, milagro
del cosmos y de
la creación. Ignoramos en qué forma se
produjo este
milagro, ignoramos cómo el cosmos se creó y cómo
en
un planeta que flota en su entraña infinita
se formó
un ser con alma, espíritu e inteligencia. Pero
aquí estamos
y uno de los dones que nos fue otorgado es la
poesía. La poesía
cósmica.
_
Precisamente,
en este aspecto, Fredo Arias de la Canal,
reúne, un grupo
de poemas que responden a estas características,
en este volumen
que titula “Antología de la poesía cósmica de
Marta
de Arévalo”. Trabaja con esta riquísima lírica
agrupándola
en temas sobre un esquema que aplica a la obra de
los poetas ejemplificados,
y en el que estudia no sólo la obra édita de esta
autora,
sino también la inédita, que es muy amplia. Por lo
tanto,
este análisis abarca el lapso completo de su
actividad, a partir
de sus iniciaciones, y a través de él deja
dibujado, en forma
cabal, el perfil lírico de la poetisa
uruguaya.
_
La profundidad
poética y temática que se reveló en “Ojo de
Leopardo”
(1981–2ª ed.1998), se prolonga por diversos
poemarios, hasta culminar
en “Juego Terrible” (2002). No obstante, sorprende
al conocedor de su lírica,
en otros poemas, algunos pertenecientes a libros
inéditos y otros
aparecidos en diversas publicaciones
especializadas del país y del
exterior.
_
Dentro de
la línea que se podría llamar esotérica, poemas de
la obra inédita “La Diosa”, surgen como mensajes
de otras dimensiones
frente al drama que inexorablemente todos debemos
atravesar cuando nos
llegue el final.
_
Los poemas
de este libro encierran una voz atemporal, como
venida de otras escalas
espaciales, como si el pasado misterioso de los
dioses extraños,
siguiera planeando sobre algunas almas que tal vez
reencarnaron en un milagro
que no se puede develar con certeza. Y esas
voces llegan del fondo
de los tiempos, con llama de luces y cristales,
especialmente en el poema
“El Sueño” en el que la poetisa invoca a la diosa
Isis, emblemática
deidad egipcia, con la que su espíritu se sintió
plenamente
identificado. Y estas visiones oníricas se
proyectan hacia el futuro
en la inmensidad cósmica de estos poemas.
_
La luz se
presenta en múltiples manifestaciones que encarnan
metáforas
de diverso simbolismo. Como ya se expresó, es
fundamentalmente la
personificación del espíritu, pero la poetisa la
encarna
a través de otros elementos para impartir más
fuerza a su
significado y dar más calidad estética al poema:
así
la presenta como mariposa en “Memoria de luz”,
poema perteneciente a Revelación
(1972, editado en 2000) y la relaciona con seres
irradiantes: estrella,
sol, para testimoniar su presencia a través
de los hitos temporales
que atraviesa. Esta luz es un rayo de estrella, o
es un contrapuesto al
polvo, en el poema “La Luz en el polvo”:
La
luz azul en el polvo / no cesa de repicar. /
Sopla dentro de los huesos
/ como campana o compás. (p. 124. Y más
adelante):
Obsesión de luz y polvo / en la noche sin
umbral. / Cantan los silfos
secretos / en el ritmo circular.
Todo el romance
entrelaza ambos aspectos en su símbolo de
opuestos: la claridad
impalpable y la oscuridad táctil del polvo, que, a
la vez,
son representantes de lo elevado y lo bajo, del
cielo y la tierra y al
fin, de la vida y la muerte. Concluye el poema con
una exclamación
filosófica: "¡Alfa y única es la luz!"
_
Este juego
de opuestos tiene otros aspectos simbólicos: el
agua y el fuego,
con los que se representan dos elementos
fundamentales del cosmos: "Concertada
vengo rauda a tu vertiente / a plantar entre tus
aguas / fuego y
germen" (p. 175).
_
Relámpagos,
resplandores, estrellas, luceros, soles, son
diferentes símbolos
que surgen en esta lírica y se entrelazan como una
unidad indivisible
con los opuestos, tal como se consignó antes: "Soy
relámpago
y paloma taciturna / donde el verbo entre la
luz se transfigura"
(p. 175).
_
Hay una conexión
astral y esotérica en la poesía de Marta de
Arévalo
que viene desde los momentos primigenios de la
creación y se pone
en evidencia en esta Antología,
enriquecida por las poesías
que permanecían inéditas. Esta relación se
proyecta
en diversos puntos de contacto con divinidades de
culturas ancestrales:
el vínculo con Isis – cuyo nombre fue su seudónimo
en el
comienzo de su actividad literaria -, significa
una raigambre muy íntima
con el Egipto misterioso de los faraones.
_
Y no es la
única relación con lo esotérico. Dice en
“Sacerdotisa
de Eros”: "Sacerdotisa de Eros / velada de enigma
y sal. / El cabello resguardado
/ por la luz desde el altar" (p.43).
_
Así
conecta la anterior referencia a la luz, con este
aspecto de la poesía,
pues el ocultismo y las creencias antiguas están
estrechamente vinculadas
a la luz y a la oscuridad, según el simbolismo que
se les atribuya.
En este caso, Eros es una divinidad griega del
amor, con raíces
muy profundas en otras culturas.
Y volviendo
al símbolo de la luz, se manifiesta
ampliamente en su poemario
del año 2000 ”La luz en que vivo”, en el que
Marta de Arévalo
juega con las oposiciones, recurso tan
querido y tan importante para
ella. En “Luz”, parte del mito del Minotauro:
"Dual. / Minotauro ciego.
/ Minotauro astral" ( p. 190).
_
Con estos
dos adjetivos evidencia la oposición referida: El
Minotauro es un
monstruo de las tinieblas que habita las
profundidades del laberinto, por
lo tanto, es ciego a la luz. Y su símbolo fue
transformado por Teseo,
al matarlo y al abrir el antro en que vivía a su
proyección
astral, por lo tanto, luminosa. Es de notar,
la capacidad de síntesis
que la autora manifiesta sólo con dos palabras:
“ciego” y “astral”.
_
Este contraste
se refuerza en “Luz y Sombra”, poema del libro
inédito “Magia y
plenitud de la luz”. Es el constante juego de los
opuestos de la vida.
Todos somos un conjunto de luces y de sombras que
se alternan y que, según
los seres y las circunstancias, predomina en un
aspecto o en el otro. No
creo que la presencia de uno solo de estos
elementos sea absoluta.
Y este dualismo lo expresa la creadora con el
ritmo ágil del romance:
"Cuando esta luz indómita / destila mieles adentro
/ me deslumbra
el esplendor / y en tinieblas me disperso" ( p.
156).
_
Luego de consignar
esta dualidad, que le hace sufrir, concluye el
poema con una exclamación
y una pregunta: "¡Me muero de sombra y luz! / ¿Qué
astro fue tan perverso / que me legó este destino
/ de ala y reja,
flor y espectro?" ( p. 156).
_
Es una de
esas preguntas ontológicas que quedan flotando en
el numen del poeta.
_
La noche,
amada deidad de nuestra creadora, está presente en
forma constante.
Marta de Arévalo es un ser noctámbulo. Ama la
noche porque
en ella revive, de ella toma fuente de inspiración
y actividad y
en ella se sumerge como en una linfa vivificante,
que otorga fuerza y alienta
a su obra. “Plenitud nocturna” es el título de uno
de sus inéditos
y en él late toda esa hechizante vida envuelta en
sones de grillos
y sombras extrahumanas.
_
Un hálito
esotérico se desprende de esta poesía, que aparece
como conectado
a los fondos de los tiempos, cuando sacerdotes y
sacerdotisas, dioses y
diosas rendían extraños y a veces siniestros
cultos de los
que apenas nos llegaron indicios. Casi todos
relacionados con la noche.
Las más antiguas religiones de Babilonia, Sumeria,
Egipto y otros
mundos perdidos en el tiempo, parecen haber tocado
a la poetisa y remotos
seres incorpóreos le dictaron poemas que no
siempre se explican
por la razón. Esto los hace misteriosos, a veces
fascinantes, por
el entretejido de las imágenes, los símbolos y los
conceptos,
que flotan en un ámbito de irrealidad, que tal vez
se convierte
en verdad a través del insondable abismo de los
siglos. Ella vive
en el presente, pero parece conectada a ese
extraordinario tiempo que habrá
existido en un lejano ayer.
_
Por eso invoca:
"Aquella que invocaste, sacerdotisa astral, / en
milenios despierta estará
para ti y en ti. / Sabiamente vendrá, dulce, en la
hora exacta.
/ Aquella que invocaste, la del áureo perfil"
(p.3).
_
Este poema
integra “La Madre de los Siglos” de 1982 y
ya su título nos
sugiere el elemento temporal al que aludí antes. Y
en este aspecto,
la luna cobra una importancia capital. No es el
astro romántico
de los poetas que lloraban bajo su fulgor.
Es algo más misterioso
y profundo. Es una presencia constante y
simbólica: la luz en la
noche, el fanal que ilumina las tinieblas y sonríe
a las almas que
la veneran en su altar misterioso. No está fija:
recorre el espacio
en su órbita, pero también baja hasta nosotros en
el reflejo
que nos la acerca: "Yace la luna / en el
suelo / como gastado oropel"
(p. 23).
_
Tiene una
multitud de colores, más que de su clásico
plateado: "Un
ser azul y estrellado / gira en luna de azafrán"
(p. 32).
_
"Amapola de
la luna / canta plata de campanas" (p. 33).
_
"Roja luna
solitaria / desafiadora de signos. / Crece púrpura
y colmada / en
esperanza y martirio" (p. 14).
_
"Era una luna
verde / a la orilla / de un páramo de
asombro" (p. 18).
_
"El ojo gris
de la luna / traza sendas solitarias" (p. 7).
Otras variantes
enriquecen el símbolo en cada una de sus
expresiones y a su vez
le dan el viso de realidad auténtica, pues la
luna adquiere todos
estos colores y formas, según su periplo y la
latitud en que se
halla quien la observa. La luna también se
asocia a diversos
sentimientos por medio de los cuales se la
personifica:
_
"La luna asomó
a la fuente / y el agua la desvistió" (p.
10).
_
"Tiene la
luna una llave, / hoz de cobre, llave intacta"
(p. 12).
_
"Un mar de
luna en angustia / espectral y manifiesta" (p.
11).
Otras veces
se le atribuyen entornos siniestros:
_
"La estirpe
más antigua / de una luna escorpión" (p. 24).
_
"Mordida la
espiga en luz de alacranes / me recuesto
desolada / en la luna fantasma"
(p. 18).
_
"De noche,
lejana y sola / como abismo el ojo abierto" (p.
15).
_
En esta yuxtaposición
de sustantivos, subyace una carga evocativa del
antiguo Egipto, misterioso
y a veces siniestro, con el símbolo sagrado del
escorpión,
el que recorre las arenas del desierto y se
vuelve traicionero con su picadura
mortal. La poetisa está sufriendo mucho e intuye
una revancha con
la presencia de este símbolo tan siniestro y
poco habitual para
la pacífica y sonriente luna de las noches
plácidas.
Su opuesto
son estas imágenes:
_
"La luz clara
de esta luna / alumbra mi sombra intensa" (p.
36).
_
"La luna de
oro / sueña su nostalgia" (p. 22).
_
"Miraba mi
alma la luna / y en su espejo reflejada /
desolada, se encontró"
(p. 23).
Ya más
tranquila, asume con calma su dolor.
_
La luna sueña,
ama, grita, está viva y late en las entrañas del
espacio
y contagia su vitalidad misteriosa a Marta de
Arévalo, brindándole
la fuente encantada de su belleza simbólica y
espiritual.
_
Los ojos,
como símbolo de lo infinito, son uno de los
aspectos más
personales de esta lírica. Representación del
Universo y
hasta similares al signo matemático del
infinito, los ojos son fuente
de inspiración poética al punto que en dos de
sus libros
los incluye en el título: “Ojo de leopardo”
(1981) y “Con ojos de
fantasma” (1972, editado en 2000) Este símbolo
se manifiesta de
diversas formas:
_
"En el ojo
dilatado de lo arcano / se revela la espiral de
los milagros" (p. 175).
_
En este caso
el ojo da idea de infinitud y es, a su vez,
recipiente de los secretos
cósmicos, manifestados a través de la espiral,
otro aspecto
que nos recuerda que las galaxias se presentan
en espiral flotando en el
espacio. Esta relación con los milagros es una
síntesis de
la asombrosa revelación de este mundo alucinante
de espacio, universo
y estrellas.
_
Los ojos no
solamente tienen caudal simbólico, sino que
también se los
presenta en su sentido más recto y humano:
"Cuando mis ojos se abrieron
a la vida" (p. 179).
_
Y podemos
seguir con otras impresiones metafóricas: ojos
como espejos y trasmisores
de luz:
_
"Cuando no
espejean los ojos sombríos / su luz en otros
ojos" (p. 189).
_
"Pupila de
un fuego / que me nombra" (p. 62).
_
"Con el rostro
que callaron los profetas / con los ojos
con que alumbra / sol y
abismo" (p. 190).
_
"Si el perpetuo
destello de tu ojo insondable / me tapia los
ojos humanos" (p. 254).
_
En este caso
es un cruce de sensaciones: “el ojo insondable”,
es el simbólico
que detiene la luz a “los ojos humanos”.
_
En todo este
mundo alucinante de luces y sombras, de espacios
infinitos y límites
terrestres de la vida, en que dioses y símbolos
se entrecruzan para
dar un soplo de arte, de belleza y a la vez de
inquietante permanencia
en un espacio tambaleante de vida y de muerte,
la profundidad de la poesía
busca reflejar aspectos ínclitos del espíritu
difícilmente
expresables con palabras, a menos que estas
estén imbuidas por el
soplo del arte, de la poesía. Sólo así se puede
llegar
a cumbres cósmicas con el sufrimiento del poeta
para expresar estas
singulares sensaciones y por ello, Marta de
Arévalo resume su experiencia
espacial en estos versos: "Gota a gota exprimo
mi luz / y de un sorbo amargo
/ me bebo el cielo" (p.184).
_
_
_
Héctor
Roberto Paruzzo (poeta y crítico argentino).
“Poesía de Rosario”
(Revista Internacional de Poesía 12,
Rosario, Argentina,
2003)
_
"Un día
el correo del Uruguay me trajo un poemario
intitulado 'Mirar lo que está
lejos', publicado por el Grupo de los 9, en el
cual esos poetas celebraron
20 años de esfuerzo literario... Me percaté que
esta entrega
tenía un significado especial. porque el libro
llevaba la dedicatoria
de Marta de Arévalo en nombre del grupo, y en él
consignó
los poemas de su juventud".
_
Así
nos comenta Fredo Arias de la Canal, recopilador y
prologuista de esta
nueva publicación del Frente de Afirmación
Hispanista, de
México, de la que es director, y que nos ha hecho
llegar un ejemplar
para nuestra revista Poesía de Rosario.
_
Pero antes
presentaré a la poeta, Marta de Arévalo, para lo
que tomaré,
justamente, la reseña biobibliográfica que figura
en el citado
libro Mirar lo que está lejos (1998):
‘Con 28 títulos
publicados, y varias veces laureada por el
Ministerio de Educación
y Cultura, su obra se difunde en antologías y
publicaciones de Hispanoamérica,
EE. UU. y Europa y abarca los géneros de poesía,
cuento y
ensayo breve, así como poesía, cuentos, canciones
y teatro
para niños y jóvenes. Sus poemas aparecen
dominicalmente
desde 1983 en su columna: “Poemas Clasificados”,
del diario el País,
Montevideo. Es editora de la revista BLANCO,
Arte y Cultura y Lunita
de Papel, literatura infantil ilustrada.
Desde 1988 dirige un Taller
Poético. La obra de la autora ha merecido la
atención de
la prensa nacional e internacional. Su nombre y /
o su trayectoria aparecen
en “Biografía de intelectuales uruguayos”;
“Almanaque mundial”,
Panamá; “Diccionario bibliográfico de la mujer en
el Uruguay”;
"Los barrios de Montevideo”, Colección de
Monografías, obra
que edita la Intendencia Municipal de Montevideo;
“Agentes culturales”,
edición del Ministerio de Educación y Cultura,
“Historia
del Uruguay” (1995); “Muestra de Literatura
Uruguaya”, Montevideo 1997;
“Quién es Quién en Uruguay”, Editorial
Panamericana. En 1995
apareció en España la cuarta edición de su libro
“Avisos
varios”.
_
Dado el espacio,
haré un muy sucinto comentario de la poesía de
esta “Antología
de la Poesía Cósmica de Marta de Arévalo”, y que
Fredo
Arias divide en secciones de acuerdo a una
determinada simbología
arquetípica psicológica establecida por él en el
estudio
preliminar con el título ‘De la sed a la
alucinación’. En
cambio, me ceñiré pura y exclusivamente al mensaje
poético.
_
Con un contenido
evidentemente de tipo simbólico hermético, con
alusión
a ritos iniciáticos dentro del espacio de lo
hierático, lo
cual no es sorprender dado que uno de los
seudónimos de Marta de
Arévalo es el de ‘Isis’. Pero, al margen de esta
significación
que enriquece el texto, el lector puede disfrutar
de lo puramente poético
en sí mismo.
En ese sentido
la poesía de la poeta uruguaya tiene una raigambre
hondamente hispánica.
_
Ejemplarmente
"cósmica" en todo el sentido de este término que
ostenta
la colección que viene editando Norte
(nosotros hemos comentado
en estas páginas varios de los títulos), dado que
es una
poesía que canta a todos los elementos del
universo cuyo centro
es el ser humano, citaré como cierre a esta
escueta reseña
“Canto a la palabra”:
_
“Canto a la
palabra. / A la esencia misteriosa / que
trasciende en el lenguaje
/ su perfección ritual. / Que nombra lo abstracto
y lo tangible
/ el pan y la aventura / la mano y la tristeza /
los siglos y el segundo
/ el vacío y la gloria / el odio y la paz. //
Canto a la palabra.
/ Amo su intangible contorno / radiante en
nosotros./ Omnipresente en todo.
/ La palabra minúscula y enorme / que dice niño,
átomo,
amistad.// La enérgica y tajante / que pronuncia:
¡Dignidad!
/ La sonora y majestuosa / de la música del
verso / y la verdad./
La palabra sinuosa de la luz etérea / en
metafísica genial.
// Canto a la palabra prodigiosa /
-milagro cultural- / que
abre los caminos / de mí hacia los hombres /
del hombre al
hombre / del hombre al universo / del
universo al alma. //
Canto a la palabra / -Concreción sin par de
espíritu y materia-
/ porque amo / su sapiente claridad. // La
amo / porque canta en
su fuego transparente / el cósmico latido de
Dios.”
_
Creo que este
poema sintetiza de algún modo la Poesía
Cósmica
de Marta de Arévalo.
_
_
_
José
Manuel Solá (poeta puertorriqueño). Carta de
respuesta a
la invitación al acto de presentación del libro
en el Ateneo
de Montevideo
_
Puerto Rico,
28 de julio 2003
_
Marta de Arévalo,
poeta
Montevideo
Uruguay
_
Acabo de recibir
la invitación para la presentación del libro Antología
de
la Poesía Cósmica de Marta de Arévalo que se
llevará acabo el día 8 de agosto (2003) en el
Ateneo de Montevideo.
Demás está decirle que nada me llenaría más
de felicidad que el poder estar esa noche a su
lado en la docta casa, en
esa patria suya que con tantos y tan dulces
recuerdos me traje una vez
en la memoria.
_
Usted, Marta
de Arévalo es una de las voces más relevantes de
la lírica
hispanoamericana. Pienso que su voz no obedece a
generaciones pues la poesía,
cuando es auténtica- como lo es la suya-
trasciende esas innecesarias
guardarrayas en las que ocasional y tribalmente se
encierran algunos grupos.
Es la suya voz recia que conmueve y provoca, que
rompe los límites
de la angustia existencial y del dolor humano y se
transmuta en un ala
de fuego alborozado.
_
Esta antología,
que tuve el honor de tener en mis manos temprano
en abril de este año
y que recoge lo mejor de su producción literaria,
constituye uno
de los más grandes aciertos del Frente de
Afirmación Hispanista
y del excelente don Fredo Arias de la Canal.
Podría afirmar sin
temor a equivocarme que la misma es en cierta
medida un homenaje a la poesía
uruguaya contemporánea por medio de su persona.
_
Naturalmente,
la geografía me impide estar físicamente a su lado
esta noche.
Pero el corazón, que tiene alas, reta esa
geografía que en
apariencia nos separa y venciendo distancias se va
por las montañas
infinitas de la América nuestra y esta noche del 8
de agosto se
hará presencia en algún rincón de la sala, se hará
presente en el aplauso de sus compatriotas y
estará en el
invisible pero cierto abrazo fraterno que desde
esta isla le envío.
Atentamente.
_
José
Manuel Solá
_
_
_
Julia
Galemire (poetisa y ensayista uruguaya). La
ONDA digital- Revista de
reflexión y análisis 153 (16-9-03 a
22-9-03)
_
PRESENTA ANTOLOGÍA
POÉTICA DE MARTA DE ARÉVALO EN MÉXICO.
_
Marta de Arévalo
no es sólo una destacada poetisa, sino también una
auténtica
mujer de la cultura. En lo primero porque su
creación en los territorios
de la poesía, le ha permitido publicar unos
treinta libros
o más, lo que habla elocuentemente de una intensa
vocación
y una fecundad poco frecuente en nuestro medio. En
lo segundo, porque Marta
ha publicado una revista, B.L.A.N.C.O., que le ha
permitido con generosidad,
dar a conocer en sus páginas, autores nuevos. Como
editora de libros,
su política ha sido consecuentemente, la de hacer
conocer a poetas
y narradores que por razones varias, no han podido
llegar al gran público.
_
Su labor,
en distintos ámbitos, ha sido intensa, su nombre
es reconocido en
el país y en el extranjero. Prueba de ello, es
esta edición
de Antología de la poesía cósmica de Marta de
Arévalo
que ha visto la luz en México con el sello del
Frente de Afirmación
Hispanista A.C., y, cuyo autor es Fredo Arias de
la Canal que, cumple en
aquel país y por medio de esa institución, una
intensa y
elogiable tarea de difusión de escritores de
nuestro continente.
_
El libro recoge
poemas y en el prólogo de Arias de la Canal, este
nos informa que
ha dividido la obra en dos partes, que
consideramos igualmente sustanciosas.
“En la primera parte – nos dice- presentaremos una
serie de poemas donde
aparece la luna como arquetipo principal. En la
segunda parte consignaremos
el resto de los ejemplos cósmicos.”
_
...
_
En la oportunidad,
ofrecemos a nuestros lectores, dos poemas de Marta
de Arévalo, que
nos permitirán evaluar en su verdadera dimensión
la calidad
de la creación de esta poetisa y que, refleja la
visión
cósmica de la vida y del mundo de su autora:
"Ocres": "Silenciosa
se posa la tarde / en dormido abandono del sol. /
Amargo un clavel moribundo
/ desata una luz misteriosa / en esencia y
fulgor.// Anda un luto sutil
en el aire. / La sinfonía del ocre / en las cosas
/ toda alma acrecienta./
De los ojos se adueña. // Mi fantasma / -luz
pausada en la piel-
/ calla y sueña".
_
"Sueño
sola": "Sueño desde este polvo / con que hoy me
visto / a que recién
estreno / los caminos.// Mas yo sé / que era /
desde siempre mi
luz / en una piel etérea.// Sueño a ser el
sueño
/ y me sé muerta. / Muerta de aquella luz / que
hace siglos de amapola
/ me señalaba el camino / hasta tu puerta.// Sueño
sola /
rastreando los luceros / que me señalen la
vuelta".
_
_
_
|