ZHEYLA HENRIKSEN
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Poemas
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1
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Son casi las cuatro
me acuesto junto a ti
aún con la esencia
del cilantro
deshojado
por mis manos
con el zumo
del choclo
en el pijama
aún con la inútil
ilusión
de jabón y agua
intentando
despojar el olor
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Así
con esta fragancia
me siento más tuya
y mía
sazonando mis carnes
y ofreciéndotelas en sueños
la comerás
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y beberás mi dolor
mi sangre
y nos despertaremos saciados
sin saber por qué
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2
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Me conoces
lejos del mundo
abrazada a un árbol
en un libro abierto
el rostro aparece
en un vaso de agua
en un adiós
que no dejamos
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Hoy
recorro tus brazos
beso tus labios lejanos
acaricio tus muslos
tu cabeza
tu pecho
donde no hay
respuesta amarga.
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3
Esta noche
te besé con los dedos
en la taza
donde bebías el café
La música se paseaba
y me envolvía
mientras con los dedos
seguía acariciando
tu cuerpo
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4
Oye
la marimba
el cununo dulce
y cantarino
invita
al sangoloteo
de las caderas
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Se oye el ritmo
candente del bongó
el tambor
y tu voz que canta
niña mueve
mueve
tu cuerpo niña
inusitado
tus senos bamboeando
niña mueve
tus hombres amacando
niña mueve
el pegajoso ritmo
ritmo de mi sangre
mueve niña.
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Canta negro
tu son voluptuoso
que rechina en mis oídos
Canta negra
con esa voz de pasión
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Balumba bongó
balumba caramba
ritmo caliente
de mi alma.
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5
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Me duele tu espíritu
en la indeleble espera
de tu ausencia
Me brota tu palabra
callada gota clara
arrinconada
en la cuenca
de estos ojos
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Me friega
el ardor de esta pluma
que no espera
al pensamiento
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Que se esfuma
catarsis necesaria
para limpiar el alma
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6
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Si lo quieres
nómbrame simpleza
querella
candor
ilusión efímera
torpeza
locura de necio
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tu sabor de macho
me queda en el pecho
me rompe la encía
me llena de caries
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se apodera de la piel
y me exprime el aire
me llama a la danza
de sudor y sangre
me doblega el alma
y me expande en el aire
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Por eso
si quieres
llámame simpleza
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7
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Me muerdo la mirada
hacia adentro
me enrosco
con hilos del cabello
la lengua
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Me destrozo las manos
para no escribir tu amor
me lleno los ojos de cenizas
para borrar tu mirada
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Y me sigue tu amor
en los rincones
menos pensados
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8
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Cantarino pecho
brota la punzada
leche que se cuaja
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arrorró mi niña
duérmete mi amor
mañanas de luna
y noches de sol
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Brincando en la huerta
yo te encontraré
carbón y diamantes
y lunas de miel
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Jugarás silenciosa
en tu silenciar
arrorró mi niña
de ojos sin igual
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Las manos de mi madre
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Tus manos limpias
y bellas como las de una reina
pero grandes y listas,
trabajadoras
cual arado
Hacendosas
para preparar el mejor plato
delicadas y tibias
engalanadas
de las mejores joyas
para una gala
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Fuertes
para fustigar
y cruzar el rostro
a la menor malacrianza
lista para enderezar el camino
de la oveja descarriada
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Tus manos tuvieron
las más bellas historias
para ser contadas
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Manos que cosieron
heridas de vivos
y se despidieron
de los muertos
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Manos
las más amadas
las de bruja curandera
para moler
la mejor hierba
para emparejar huesos
y curar mejor que un médico
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Manos que dejaron
una historia
en cada hijo o nieto
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Tus manos
madre
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Borges...?
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En el espejo
añorante de la memoria
siempre hay
un dios muy viejo
que pierde los sentidos
y que se olvida
de nosotros
y repentinamente, a veces,
al recordar lo creado
le echa una ojeada
y vuelve a dormir.
Somos hijos
de dioses agotados.
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Me sueño sola
en un tiempo sin destinos
lenguas y sexos
que juegan a componerse
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