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Mª del Pilar García Sainz (España)
El indigente _
En su frente un letrero 
"En alquiler o en venta" ¿y qué más da?
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Las puertas de los ojos entreabiertas
calle arriba arrastraban el hastío, el mudo olor 
siempre a tabaco viejo y a botella.
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Miró al contenedor junto a la esquina
para arrugarse en él, hacerse un hueco
caliente en la ciudad. Las ratas
habían trasnochado aquella noche
y hubo de caminar no se durmiera el cansancio allá adentro
por si se le olvidaba despertar.
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Un trozo de calor con bultos de amarilla mirada,
el polvo de la voz hecho un ovillo, 
un ovillo de alambre.
¿Y dónde recostar tanta chatarra?
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Los rostros de las casas dormían el secreto 
de la sábana limpia, el paisaje sin descascarillar.
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Mil cascabeles de aire eran las tripas.
La noche, una costumbre, muerte a plazos,
y  sin embargo vida donde quemar el pábilo 
de aquella negritud. 
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Como estación sin tren.
Como dueño sin perro.
Como perro.